Este disco es por lejos el punto más alto al que llegó la banda en su prolífica carrera. Un grupo que nunca sacó un disco flojo en todos esos años, desde el furioso y crudo debut “Scream Bloody Gore”, hasta el excelente y demoledor “Leprosy”, el correcto “Spiritual Healing”, la furia hecha técnica de “Human” y los arreglos intrincadísimos de “Individual Though Patterns”. Y este colosal “Symbolic”. Lo compré en el difunto Tower Records, allá por 1998 y me volví loco. La primera semana lo limé como 30 veces. Todo el tecnicismo que se insinuaba en “Individual Though Patterns” explota por todos lados, agregándosele mucha melodía y un ligero cambio en el registro vocal del guitarrista/cantante Chuck Schuldiner (un poco más agudo y procesado), que logra hacerse entender en sus rugidos.
El tema título tiene un riff parecido a Queensryche de “Operation: Mindcrime”, se alternan mid tempos con machaques de doble bombo, y muchas armonías en los bridges. La producción de Jim Morris es brillante, permitiendo a la banda rendir al máximo de sus posibilidades. Sonido limpio y contundente a la vez, suena a heavy metal sin dejar el death metal por completo. Gene Hoglan da cátedra de batería en la intro de “Zero Tolerance”, las violas siguen destellando por su limpieza y malabares armónicos, los breaks son increíbles, un riff se sucede tras otro dejando de lado cierta monotonía que se advertía otros laburos. En 01:29 bajan las revoluciones logrando un chorus hipnótico en el que Chuck canta.
Habrá Tolerancia Cero...
Para el creador de las santificadas intenciones...
Habrá Tolerancia Cero...
El destino es tu Dios decisivo...
Para el creador de las santificadas intenciones...
Habrá Tolerancia Cero...
El destino es tu Dios decisivo...
Uno de los puntos más altos además de los riffs, son los sólos: lisa y llanamente brillantes Chuck y Bobby Koelble. “Empty Words” deslumbra con una exquisita intro, con formidables logros percusivos de Hoglan (¿Acaso este tipo necesita presentación?). A partir de 02:09 otro inolvidable chorus a toda armonía de viola (Incluyendo escalas memorables) y contundencia metálica al 100%.
Promesas... un potencial para herir
¿Hay algo real?
Cuando el eternamente será solo hasta
Muy dentro, en el mundo de las palabras vacías...
No hay escape para este encanto...
Palabras vacías...
¿Hay algo real?
Cuando el eternamente será solo hasta
Muy dentro, en el mundo de las palabras vacías...
No hay escape para este encanto...
Palabras vacías...
Todos los temas son muy elaborados, laburadísimos, y llenos de ejecuciones instrumentales brillantes, no te dan ganas de poner stop, las composiciones son intrincadas, armónicas pero hay mucha agresión pese a ello. La voz de Chuck raspa y mucho, antes devastaba. Y siguen los cortes, los mid tempo, y los violazos excelsos. No parece Death, el viejo, acá esa banda evolucionó 100%. Sin un maldito tema relleno. “Sacred Serenity” alterna en su pasaje de 02:34 a 03:00 guitarras acústicas con solos certeros, el doble bombo de Hoglan es perceptible hasta en el minimo detalle, el bajo de Kelly Conlon perfectamente audible entre la bata y las violas.
En “1000 Eyes” vuelven un poco a la velocidad (la necesaria, nada más), es uno de los temas más agresivos sin sacrificar la bendita melodía. Los bridges con violazos a la Thin Lizzy/Queensryche siguen maravillando al oyente. A partir de 01:51 hay un duelo memorable entre la viola y la voz de Chuck desembocando en un solo (de él mismo) exquisito rematado con una vuelta a la velocidad contenida a partir de 02:45. “Without Judgement” tiene una intro con un riff que te vuela la nuca, el tema es hiper intrincado, para variar la base rítmica hace todo tipo de exquisiteces secundada por las violas. Escuchar de 01:46 a 02:12, y de 02:50 a 03:36 para darse cuenta de la calidad en las ejecuciones, los musicos se sacan chispas entre ellos. ¡Por Dios!
El mejor tema es el descomunal “Crystal Mountain”, con infinitas variaciones de estructuras climáticas y experimentales, tiene un arranque semi-jazzero en la base seguido de guitarras gemelas que te estampan contra la pared, el chorus es inolvidable y a toda potencia, con unas escalas que emocionan. Uno ya se da la cabeza contra la pared al escuchar de 00:54 a 01:27, para colmo termina ese segmento y se da un bridge colosal con guitarras sintetizadas y un Hoglan altamente inspirado y nuevamente guitarras gemelas. El tema es perfecto, y el oyente ya se cae de culo redondo. El tema termina con el mismo bridge pero matizado con puntazos de acústica/eléctrica de Chuck y Hoglan batiendose a duelo (Se me eriza la piel de 04:15 hasta el fin del tema).
El disco se cierra con “Misanthrope” y “Perennial Quest” con más bellezas, exquisiteces, ejecuciones que te dejan boquiabierto. Un disco indispensable para demostrar que metal extremo y armonías pueden amalgamarse dando como producto un resultado DEMOLEDOR. MORTAL por donde se lo mire!!!
R.I.P. "Evil" Chuck
Calificación: 10/10
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