Con este CD tengo una historia rara... fue efectivamente el primero que me compré de la banda (Allá por la Disquería Thor en la Galería Bond Street, 1994), pero ya había escuchado en cassettes grabados los dos primeros discos oficiales de los tipos. El anterior a este (“Blessed Are The Sick”, que ya comenté acá) me había sorprendido por lo técnico, brutal y ciertos pasajes instrumentales muy interesantes y logrados... me esperaba algo por el estilo para “Covenant”. Error total. “Covenant” al principio no me gustó por lo que yo esperaba que sonara, pero con varias oídas posteriores cambié de opinión: es una maza. Pesadísimo y oscuro como pocos. 100% crudo y vomitado. Luego de tres discos con los ingleses de Earache Records (Contando el relanzamiento de un álbum no editado nunca), Morbid Angel firmaba contrato con Giant Records, un sello norteamericano grande en los noventa. Entre otras ventajas accedieron a filmar mejores videos promocionales, algunos de los cuales se llegaron a difundir en el “Headbangers Ball” de MTV (“God Of Emptiness” y “Rapture”, ambos MUY logrados a nivel visual). Al final lanzarían este CD y uno más (“Domination”). “Covenant” es un disco de death metal crudo, sin compromisos y al mango. Una ráfaga de riffs frenéticos, bien “gordos” y blast beats vomitados uno tras otro. El tema que dá inicio al CD es “Rapture”, tiene un riff infernal que te estampa contra la pared, a eso se le suma Pete Sandoval que le dá sin asco al doble bombo. Trey Azagthoth asesina con sus solos esquizoides a mitad de tema. David Vincent ruge cada vez más grave en relación a los discos anteriores. “Pain Divine” es otro caos sónico, con mucha velocidad y descontrol.. En “World Of Shit (The Promised Land)” bajan las revoluciones un tanto creando una muy buena atmósfera con las violas (Grabadas totalmente por Trey, el guitarrista rítmico Richard Brunelle los dejó y grabaron como trío), aunque igual se cuelan los palazos y aceleres de Sandoval de a ratos. “The Lions Den” va a medio tiempo, los riffs son oscurisimos, heavys y memorables. La batería suena bien pesada, cascada y cruda (Lo del doble bombo es increíble, con un sonido muy genuino y devastador). Ya a esta altura el oyente que esperaba un “Blessed Are The Sick II” tiró la toalla indeclinablemente. Nada de tecnicísmos, todo es crudo adrede más oscuridad, brutalidad, todo interpretado “in your face” y bien producido por un tal... Flemming Rasmussen (¿Les suena del viejo Metallica? Y otras bandas como Pretty Maids y Blind Guardian....). Se incluye un tema muy viejo de la banda para seguir la costumbre, el asesino “Angel Of Disease” (Incluido en el demo luego lanzado "Abominations of Desolation"). Cabe recordar el sinfín de demos que Morbid Angel editó en el under de los 80s, sin contar el primer álbum/demo del 86 nunca editado que sí se lanzó años después (“Abominations Of Desolation”). Muchos de esos temas serían volcados paulatinamente en cada disco que la banda fue lanzando al mercado. Llegando al final hay un breve instrumental de teclados a cargo de Trey Azagthoth (“Nar Mattaru”) el cual nos lleva al mejor momento del disco: “God Of Emptiness”, de tempo lentísimo, doomesco y riffs disonantes increíbles. Una joya total para cerrar un gran disco, que con los años fue revalorizado por ciertos fans de la banda (Tal es mi caso). “Covenant” es el disco más destructivo de toda la discografía de Morbid Angel. Nos comimos el amague insinuado en “Blessed Are The Sick” con una bomba atómica de novela.
Calificación: 9/10
Calificación: 9/10
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