Con esta banda tuve una historia rara, me la pasaron un día en Excalibur junto a otros fans mientras compartíamos unas cervezas allí (1995 masomenos) y me pude haber comprado el CD pero no sé porqué no lo hice.
Vía tape trading un Chileno me manda el disco siguiente (“Violent By Nature” en 1996) y ahí la banda sí me pegó. Pero el CD ya estaba descatalogado, me tuve que limitar a un CD-R que grabaron en Jackflash (1999 creo).
Recién hace unos días pude conseguir el remaster que sacó Displeased Records, sello holandés que se está acordando de los fans del thrash re editando este tipo de discos bajo la licencia de Roadrunner.
Esta banda oriunda de Arizona captó el interés de Roadrunner luego de varios demos y promos. “Socialized Hate” es un muy buen disco de thrash pero me cuesta definir por qué y hay algunas cosas que necesito aclarar.
Los diez temas son bastante parejos, agresivos, con mucho gancho e influencias marcadas de Testament (A la cabeza, en especial por la similitud del cantante Brian Zimmermann con Chuck Billy), Exodus y la Bay Area en su conjunto.
Los riffs de Rick Skowron y Chris Lykins son quienes comandan todo en cada track destacándose en “Matter Of Attitude”, “Preacher, preacher” (Muy pero muy Testament).
El resto del CD le va a encantar a todo fan del thrash metal ni hablar si le gusta oriundo de San Francisco (Forbidden, Heathen, Blind Illusion, Laaz Rockit, etc...).
Temas como “Chemical Dependency” y “Killing Machine” les van a hacer sacudir la cabeza además de poseer líricas muy interesantes (Desde la política a problemas sociales, contagiados un poco por Sacred Reich).
“Beer Bong” es uno de los mejores momentos del álbum: Corto, efectivo y un demoledor tributo a las marcas de cervezas norteamericanas rematado con un soberano eructo de Zimmermann. Y pensar que la primera vez que escuché a la banda fue durante una ronda de latas de birra con los proceres de Excalibur...
El único punto flojo del álbum es la intro del tema título que es un calco desvergonzado de la de “Good Mourning (Black Friday)” de Megadeth, una real pena porque el resto del track rebalsa de riffs trabados y cambios de ritmo muy bien puestos.
El disco se cierra con los dos mejores temas de toda la placa: El letal “Rest In Peaces” y el muy agresivo “Urban Decay”, ambos dos con riffs fenomenales e intrincados que raspan, agreden junto al bajo aplastantede James Gulotta y muchísimo machaque.
“Socialized Hate” no llega a más (Una pena porque se le podría haber dado una calificación aún más alta) porque son diez temas muy buenos - acaso “divertidos” es la palabra - que dan la sensación de ser muy parecidos entre sí, salvo los dos últimos ya mencionados que elevan el resultado final.
Los riffs son muy buenos pero excesivamente similares en cada track y la banda recuerda demasiado a otras. No me molesta esto ni soy de esos que andan quejandose de un grupo cuando copia a otro o “se repite”, pero acá todo ello es muy evidente.
Un gran debut y un disco recordado de los ochenta, que no hay que dejar de pasar por alto si te gusta el estilo.
Calificación: 8/10
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