Durante los primeros años de la década del 90 empezaron a llegar CDs de death metal a la Disquería Excalibur. En Abril de 1992 me grabaron en casette este disco que me inició a la banda. Allá por 1996 lo llegué a comprar en casette importado, el cual se lo regalé a un amigo para luego comprar el CD.
Para aquellos años el sello independiente inglés Earache estaba “a full” promocionando una grilla de bandas de death metal y grindcore... recuerdo a Nocturnus, Bolt Thrower, Carcass, Entombed y Morbid Angel entre otras. Las reviews de discos empezaban a aparecer en las revistas.
Como vuelta de tuerca del thrash más extremo surgió la movida de death metal (muy under) que a mediados de los ochenta tenía como principales referentes a Death y a Morbid Angel con su sinfín de demos.
Estas dos últimas bandas estaban muy influenciadas por Black Sabbath, Venom, Bathory, Slayer y Possessed. De un tema de estos últimos surgió la denominación del género (“Death Metal” es el track que cierra el clásico “Seven Churches”).
“Blessed Are The Sick” es un disco enfermo, rápido y por sobretodo muy bien ejecutado. Posee una muy buena producción y sonido.
Luego de una retorcida intro arranca la placa con el violentísimo “Fall From Grace”, rafagazos de blast beats, riffs retorcidísimos, cortes rítmicos y una voz infernal se alternan con tempos más contenidos. La batería de Pete Sandoval suena potente pero fulminando al oyente. David Vincent ruge como un león, pero quién lleva el timón musical de la banda es Trey Azaghtoth (George Emmanuel en la vida real) con su usina incansable de solos y riffs metamorfósicos.
“Brainstorm” y “Rebel Lands” siguen en esa línea que equilibra la destreza técnica de los músicos con pasajes sumamente macabros y retorcidos. El instrumental “Doomsday Celebration” posee unos teclados muy tenebrosos y secciones de vientos y violines mechadas de campanadas macabras, desembocando todo en el pesadísimo “Day Of Suffering” que se remata con un brillante final instrumental (casi “tanguero”).
El tema título del disco es lento pero pesadísimo, logrando uno de los mejores momentos de toda la placa y termina con una sección de flautas muy lograda (“Leading The Rats”). Las letras son muy Lovecraftianas, otras son muy ocultistas. Mi tema favorito es “Thy Kingdom Come” en donde alternan muchísima velocidad con ejecuciones furiosas frenadas por mid tempos aleatorios e imprevisibles.
Hay breaks memorables y riffs SUMAMENTE rebuscados... como si de un riff de origen se abrieran dos nuevos y se deconstruyera el original.
Le siguen dos viejos temas regrabados. “Unholy Blasphemies” y “Abominations” suenan mucho más nítidos sin dejar de escupir fuego y lava cuando uno les pega la oída. En “The Ancient Ones” precisamente se habla de los “Antiguos” de H. P. Lovecraft. Los dos últimos temas tienen momentos muy logrados, especialmente cuando Azagtoth toca el piano en “In Rememberance”.
Tal vez el disco no sea entradizo a primera oída por la complejidad de riffs y el constante jugueteo entre velocidad y freno rítmico, pero la propuesta de Morbid Angel jamás fue accesible ni lo será.
“Blessed Are The Sick” representa el disco elaboradamente más técnico de toda su carrera. Sus continuadores (Ej: el TREMENDO “Covenant”) fueron mucho más crudos y directos.
Por eso, quién busque un death metal brutal pero bien ejecutado no puede dejar de escuchar este CD.
Calificación: 8/10
Para aquellos años el sello independiente inglés Earache estaba “a full” promocionando una grilla de bandas de death metal y grindcore... recuerdo a Nocturnus, Bolt Thrower, Carcass, Entombed y Morbid Angel entre otras. Las reviews de discos empezaban a aparecer en las revistas.
Como vuelta de tuerca del thrash más extremo surgió la movida de death metal (muy under) que a mediados de los ochenta tenía como principales referentes a Death y a Morbid Angel con su sinfín de demos.
Estas dos últimas bandas estaban muy influenciadas por Black Sabbath, Venom, Bathory, Slayer y Possessed. De un tema de estos últimos surgió la denominación del género (“Death Metal” es el track que cierra el clásico “Seven Churches”).
“Blessed Are The Sick” es un disco enfermo, rápido y por sobretodo muy bien ejecutado. Posee una muy buena producción y sonido.
Luego de una retorcida intro arranca la placa con el violentísimo “Fall From Grace”, rafagazos de blast beats, riffs retorcidísimos, cortes rítmicos y una voz infernal se alternan con tempos más contenidos. La batería de Pete Sandoval suena potente pero fulminando al oyente. David Vincent ruge como un león, pero quién lleva el timón musical de la banda es Trey Azaghtoth (George Emmanuel en la vida real) con su usina incansable de solos y riffs metamorfósicos.
“Brainstorm” y “Rebel Lands” siguen en esa línea que equilibra la destreza técnica de los músicos con pasajes sumamente macabros y retorcidos. El instrumental “Doomsday Celebration” posee unos teclados muy tenebrosos y secciones de vientos y violines mechadas de campanadas macabras, desembocando todo en el pesadísimo “Day Of Suffering” que se remata con un brillante final instrumental (casi “tanguero”).
El tema título del disco es lento pero pesadísimo, logrando uno de los mejores momentos de toda la placa y termina con una sección de flautas muy lograda (“Leading The Rats”). Las letras son muy Lovecraftianas, otras son muy ocultistas. Mi tema favorito es “Thy Kingdom Come” en donde alternan muchísima velocidad con ejecuciones furiosas frenadas por mid tempos aleatorios e imprevisibles.
Hay breaks memorables y riffs SUMAMENTE rebuscados... como si de un riff de origen se abrieran dos nuevos y se deconstruyera el original.
Le siguen dos viejos temas regrabados. “Unholy Blasphemies” y “Abominations” suenan mucho más nítidos sin dejar de escupir fuego y lava cuando uno les pega la oída. En “The Ancient Ones” precisamente se habla de los “Antiguos” de H. P. Lovecraft. Los dos últimos temas tienen momentos muy logrados, especialmente cuando Azagtoth toca el piano en “In Rememberance”.
Tal vez el disco no sea entradizo a primera oída por la complejidad de riffs y el constante jugueteo entre velocidad y freno rítmico, pero la propuesta de Morbid Angel jamás fue accesible ni lo será.
“Blessed Are The Sick” representa el disco elaboradamente más técnico de toda su carrera. Sus continuadores (Ej: el TREMENDO “Covenant”) fueron mucho más crudos y directos.
Por eso, quién busque un death metal brutal pero bien ejecutado no puede dejar de escuchar este CD.
Calificación: 8/10
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