De toda esta maraña de bandas nuevas y jóvenes en edad que han decidido recrear el “Old School Thrash Metal” en Estados Unidos, este cuarteto de Las Vegas logra establecer su propio nicho en medio de tantas agrupaciones que salieron catapultadas. Están contratados por un sello fuerte que apoya insistenemente a bandas de este tipo (Heavy Artillery Records) y saben capitalizan el respaldo. Primero y principal omiten los clissés del género (Hablar mal de otras bandas, el “poserismo” y los cinco mil parches que uno debe tener para ser thrasher) y se concentran exclusivamente en la música. La aspereza es lo que más arremete al escuchar el grupo y tema tras tema uno percibe las influencias de la banda: Kreator, Slayer, Dark Angel y Morbid Saint por mencionar sólo cuatro.
El sonido es genuino y aplastante, los riffs atacan sin parar como en el tema título (El mejor del CD, devasta sin aviso), en donde la batería se asocia al bardo que logran crear. Todos los temas son un tributo al thrash ochentoso, una oda a ese sonido impío, palero, machacoso y violento, el CD debe ser escuchado de corrido (cuarenta y cinco minutos de masacre) y a un volumen apropiado para sentir que las venas te hierven. Así te van tirando en la cara ladrillazos como “Mortally Wounded” y sus palazos crudos, o bien la Dark Angelesca “Poserslaughter”, la Kreatoriana “Bloodseeker” o Slayer en “Sadistic Inquisitor”. El resto de los temas es lo que uno ya puede esperar. Los vengadores de la sangre “han arribado” y están para cosas aún más aniquiladoras y dan la sensación de que recién están pidiendo pista para despegar. Muy buen debut.
Calificación: 7.5/10
Calificación: 7.5/10
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