Este disco indiscutiblemente es uno de los más emblemáticos en la discografía de la Doncella (Como lo es “Back In Black” en AC/DC por citar una banda). Iron Maiden fue mi inicio al heavy metal tradicional, en mi caso por factores aleatorios este “El Número De La Bestia” no fue el primero que escuché (Si lo fueron “Piece Of Mind”, “Somewhere In Time”, “Powerslave” y “Live After Death”). Recuerdo perfectamente el día que me compré el cassette nacional de EMI: 6 de Marzo de 1988, 17 años de edad. Ese día justamente se quitaba la vida cayéndose de un edificio marplatense uno de los mejores comediantes que parió la Argentina: Alberto “El Negro” Olmedo. Luego lo adquirí en CD y hasta hace unos meses conseguí esta edición japonesa que tiene una peculiaridad que será develada posteriormente. La banda estaba a punto caramelo tras la partida del cantante original Paul Di Anno y lista para pegar un salto de calidad. El electo para el puesto es el ex Samson Bruce Dickinson cuya voz es un agudo similar a una sirena de ataque aéreo. Para aquella época era algo entre agresivo y deslumbrante. Pues les cuento que “The Number Of The Beast” no cuenta con mi gran veneración pero si mi reconocimiento como un muy buen trabajo, sobretodo por lo anteriormente expuesto. Harris y compañía pasan a otro nivel, el salto que pegan a comparación de los dos CDs anteriores es notorio (Y conste que me gusta más su disco antecesor que este, pero el estilo lo encuentran aquí). ¿Qué me pasa concretamente?. ¡Que mis temas favoritos son los que menos trascendencia tuvieron!. Abrir un disco con “Invaders” es una estocada de torero, “The Prisoner” emociona con los riffs cabalgantes y su estribillo posicionado bien arriba, “Gangland” es el antecedente más próximo de la influencia de la Doncella de Hierro en el naciente thrash metal, velocidad y furia hechas canción.
¿Y las demás canciones?. El tema título, “Run To The Hills” (Con un interesante video clip), “22 Acacia Avenue” me gustan mucho… y nada más... No llegan a VOLARME EL MATE, mo me generan esa adrenalina y epicismo que hacen hervirme la sangre cada vez que escucho “lo que a mí más me gusta” de Iron Maiden…. Pero ¡Alto! que tenemos una joya TOTAL que cierra el disco llamada “Hallowed Be Thy Name”, siete minutos rematados con un momento de éxtasis total de mitad de tema en adelante en donde la banda acelera a toda furia y las violas de Dave Murray y Adrian Smith se baten a duelo y a guitarras gemelas hasta casi el final. Y un tema que originariamente se iba a incluir en la edición normal si fue tenido en cuenta en esta edición Japonesa: me refiero a “Total Eclipse” (Por eso las demás ediciones constan de ocho temas y esta de nueve), a dientes apretados y más hard rockeado si se puede usar la expresión. Mejor carta de presentación para el enano Bruce imposible, potencia la energía y la furia de Iron Maiden. El tipo canta pero lo hace agresivo y agudo - cuasi operísticamente - marcando una escuela dentro del metal a futuro. Steve Harris como siempre un maestro en lo suyo (Gracias Pete Way de UFO por influirlo tanto), el tándem Murray/Smith se consolida y Clive Burr grabaría su último disco dejando una performance impecable. “The Number Of The Beast” muestra a Iron Maiden trepando y trepando, y acaso sea su disco “bisagra” en la discografía de la década de los ochenta. La bestia se preparaba para pegar más zarpazos, uno más furioso que otro.
Calificación: 8/10
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