El primer CD del cuarteto de Florida que compro en el momento de su edición, en una conocida Galeria de Barrio Norte que tiene de primer nombre al agente secreto más famoso de Inglaterra. La tapa y el contenido de las letras eran extremadamente anticristianos, lo cual les trajo (para variar) más problemas con la censura y algunos shows cancelados en Europa. No por algo en la contratapa del CD no figuran los titulos, y si están incluídos dentro del booklet.
Pese a esos obstáculos la música seguía muy intensa, rápida, tormentosa y hasta intrincada. Sin llegar a ser tan técnicos como en el disco anterior (“Legion”, del cual ya hablé), en este CD siguen partiendo cráneos con un death muy basado en las rítmicas (Con muchos cortes, machaques asesinos, y secciones muy veloces) amalgamando elementos presentes en sus dos primeros discos aunque inclinándose más hacia su segundo trabajo, como en “Trick Or Betrayed”, “Behind The Light Thou Shall Rise” y “To Be Dead” sin olvidarse del estilo más emparentado con su debut, caso del tema que da título al disco.
Pese a esos obstáculos la música seguía muy intensa, rápida, tormentosa y hasta intrincada. Sin llegar a ser tan técnicos como en el disco anterior (“Legion”, del cual ya hablé), en este CD siguen partiendo cráneos con un death muy basado en las rítmicas (Con muchos cortes, machaques asesinos, y secciones muy veloces) amalgamando elementos presentes en sus dos primeros discos aunque inclinándose más hacia su segundo trabajo, como en “Trick Or Betrayed”, “Behind The Light Thou Shall Rise” y “To Be Dead” sin olvidarse del estilo más emparentado con su debut, caso del tema que da título al disco.
En otros temas se percibe cierto gancho sin sacrificar el sonido característico de las guitarras de los hermanos Eric y Brian Hoffmann, caso de “When Satan Rules His World” y “They Are The Children Of The Underworld”, y salen a matar o morir en “Kill The Christian” y “Christ Denied”. Como de costumbre Steve Asheim es la columna vertebral de la maquinaria Deicide con un despliegue de golpes increíble, y en este caso compositor de todos los temas de “Once Upon The Cross” (Ya que ninguno de los otros tres integrantes estaba con animos de componer el asumió el rol).
Nueve temas muy contundentes llenos de velocidad, satanismo y odio. Otro muy buen trabajo de la banda de Steve Asheim, quien se consolidaba como el verdadero cerebro tras la música de Deicide. Como siempre, la producción de prócer Scott Burns resalta y hace que todo lo que interpreta el grupo suene aún mejor de lo que ya suena.
Calificación: 8/10
Muy bueno este CD!
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