Cuando tenía 17 años descubrí un grupo en una disquería especializada que me voló la cabeza por su thrash furioso, rápido y manejo de melodías/solos inusuales para el género. Si, me inicié a Testament con su disco debut “The Legacy”. Pero al año siguiente en vez de escuchar este segundo disco, adquirí el tercero (“Practice What You Preach”) puesto que se había editado en el país a través de Atlantic. Tras haber quedado del coco con ese tercer y excelente disco fui a por el que me faltaba en aquellos años, justamente, este “Nuevo Orden”.
“The New Order” es un buen disco de thrash... y nada más.
Muchos fans de Testament muy seguramente se sorprenderán por mi opinión escueta. Acaso en mi caso personal quedé “atrapado” entre el descomunal debut que fue “The Legacy” y el thrash relampagueante con la dósis ideal de melodías que hacían volarte por los aires en “Practice What You Preach”, lo cual siempre me complicó dilucidar el porqué nunca tuve “feeling” hacia este segundo álbum.
La banda mejora a nivel compositivo y en ejecuciones de los músicos. Alex Skolnick aquí empieza a brillar en serio, Chuck Billy utiliza una voz más modulada y entonada. ¿Entonces donde está la cosa?. Hay temas sumamente thrashers caso de “Into The Pit”, “Disciples Of The Watch”, o el tema título (Los momentos más destacados a mi paladar) que conviven al lado de cosas como el malogrado cover de Aerosmith “Nobody’s Fault”, un instrumental que pretende ser una suerte de “The Call Of Ktulu” resumido como “Musical Death (A Dirge)” y el apenas aceptable “The Preacher”.
¿Será que “The Legacy” te llevaba tema por tema como si fueras por un tubo y acá “algo” falta?. ¿La producción de Alex Perialas?. No es santo de mi devoción y acá cumple, punto. Puede que la batería de Lou Clemente en la mezcla haya quedado muy “pegada” a las violas de Peterson/Skolnick, aunque no es algo que tire todo abajo en el mal sentido. Quiero pensar que precisamente siempre ubiqué a “The New Order” como un disco “de transición”. Del thrash palero y furioso, este es el puente al más refinado y bien producido. Pero los temas en su mayoría no me enganchan y admito que no son en absoluto malos (Caso de “A Day Of Reckoning” o “Trial By Fire”, que me parecen OK y nada más).
Lo que sí me encantó siempre de este disco es la MAGNIFICA portada y el título del álbum aunque este no represente en absoluto la música. La banda mismo en retrospectiva se refiere a este trabajo en diversos reportajes como hecho a las apuradas y compuesto en giras con acústica en mano. El nuevo orden lo encontraron a la vencida... por que las “terceras” lo suelen ser.
Calificación: 7/10.
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