Corría el año 1993 y era muy amigo de un flaco con el que nos intercambiabamos muchísimas cintas/CDs. Si bien yo escuchaba mucho thrash metal estaba siempre atento a lo que el escuchaba, a él le encantaba el thrash pero a la par compraba mucho material “alternativo”. Para aquellos años el grunge ya estaba instalado en la escena y lateralmente a él salían bandas que no se ajustaban a sus cánones ni a los metálicos. Eso sentí cuando ví en el programa “Headbangers Ball” de MTV dos video clips (¡¡¡Qué viejo estoy!!!) de Helmet.
Cuando este amigo me prestó el CD me voló el mate a primer oída y en tres días lo adquirí en la Bond Street con casi desesperación (Los más viejos.... ¿Recuerdan cuando sabían que un CD específico y no muy divulgado estaba en un lugar y sentían la sensación de querer tenerlo ya?). En dos semanas lo gasté como cincuenta veces y durante meses no se salía de la bandejita del minicomponentes.
Cuando este amigo me prestó el CD me voló el mate a primer oída y en tres días lo adquirí en la Bond Street con casi desesperación (Los más viejos.... ¿Recuerdan cuando sabían que un CD específico y no muy divulgado estaba en un lugar y sentían la sensación de querer tenerlo ya?). En dos semanas lo gasté como cincuenta veces y durante meses no se salía de la bandejita del minicomponentes.
Constantemente tenemos la costumbre de rotular una propuesta, cosa comprensible porque sino uno no sabría referenciar como suena algo, aunque sea, por aproximación. Helmet escapa a cualquier etiquetamiento “rígido”. Estamos ante una banda con una densidad de violas impresionante, cada riff de Page Hamilton (Cerebro de la banda y vocalista además) y Peter Mengede te llevan puesto y dan la impresión de desintegrar hasta la más mínima molécula. Y se suceden con una monotonía que no molesta pero potencia el efecto de choque que generan (Ej: “Ironhead”).
La base es titánica, el baterista John Stanier pareciera asesinar el redo, con una pegada fuerte y “seca”, secundado por el bajo bien grave de Henry Begdan. Por ende, lo más aproximado que puedo usar para significar a esta maravilla es una banda que toma aspectos de Black Sabbath en cuanto a lo denso y pesado de sus temas, y algún elemento sutil de hardcore que se cuela producto de provenir de una ciudad en donde ese género es sólido (Nueva York) lo cual deriva en composiciones sencillas - eficaces antes que eficientes – y muy agresivas.
La base es titánica, el baterista John Stanier pareciera asesinar el redo, con una pegada fuerte y “seca”, secundado por el bajo bien grave de Henry Begdan. Por ende, lo más aproximado que puedo usar para significar a esta maravilla es una banda que toma aspectos de Black Sabbath en cuanto a lo denso y pesado de sus temas, y algún elemento sutil de hardcore que se cuela producto de provenir de una ciudad en donde ese género es sólido (Nueva York) lo cual deriva en composiciones sencillas - eficaces antes que eficientes – y muy agresivas.
Un disco para escuchar de corrido, cada tema es una bola de demolición que se va a estampar a toda velocidad contra un murallón para hacerlo completamente bosta. Hamilton vocalmente por momentos entona en una vena que lo emparenta al mismismo Ozzy Osbourne, el CD no da ganas de ser detenido y pide tema tras tema que le subas más el volumen al equipo.
El punto más alto es “Unsung” con unos riffs cortantes, secos y monolíticos (Con un gancho extraño), y un remate descomunal en donde la banda pone los motores al máximo. Creanme, escuchen este tema desde 02:33 hasta el final lo más al mango que puedan y sientanse arrollados. Otros temas como “Better” y “Turned Out” tienen un groove raro y una sincronización instrumental increíble.
Y como si fuera poco, ese verano me fui de vacaciones a Florianópolis y tuve la suerte de verlos en vivo, en un show donde tocaron casi por completo este CD: si en estudio demuelen, en vivo te exterminan a pura densidad y decibeles (Altísimo el volumen al que tocan sin sacrificar claridad en el sonido).
Demás está decir que los demás temas no mencionados se la recontrabancan. “Meantime” pega, pega y vuelve a pegar una y otra vez con resultados excelentes. De más está decir que si no fuera por esas guitarras que se llevan puesto todo no sería lo mismo pero. Mientras lees esto te puedo asegurar de que es un disco que antes de morirte tenés que escuchar aunque sea una sóla vez, si es que no te mataron en la primera oída.
Calificación: 9/10.
muy buen disco che, el otro dia lo compre y esta muy bueno
ResponderEliminarExcelente disco es una joya musical,en todas sus lineas, la mejor alineación que tuvo Helmet fue esta, me acuerdo cuando escuhe este disco en los 90s fue en casete. luego hice lo imposuble por tenerlo en cd, recomendadisimo, Soulfly toca el cover de Meantime.
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