A esta banda alemana de los ochentas le huí por prejuicio: no me gustaban las iniciales (Pese a que me gusta el hardcore/crossover) ni me gustó mucho la tapa (ver arriba). Recuerdo haber visto la portada en vinilo en Excalibur a fines de esa década.
Gracias a gente de un foro que integro me empiezo a poner al tanto de S.D.I. (Satan’s Defloration Incorporated, el nombre es una joda y no debe tomarse en serio) y a sacarme esa falsa impresión.
El primer disco (“Satan’s Defloration Incorporated”) es bueno y parece un borrador de lo que vendría: el real salto de calidad lo pegan con este laburo que lo bajé en mp3 y no aguanté tanta potencia metálica junta al punto que lo terminé comprando en su reedición.
Como ya dije S.D.I. es una aplanadora total. ¡Y un trio para colmo!. Estos hijos de puta no dejan un hueco vacío en ningún tema, todo suena bien “lleno”. Hacen básicamente un speed metal muy rico en rebusques de viola con las melodías y composiciones trabadas en las rítmicas (sin abusar de ese recurso) que atrapan. Sin ir más lejos el primer tema (“Coming Again”) es el mejor ejemplo, y mi favorito ya que creo que es en donde la banda tira la casa por la ventana.
El cerebro de S.D.I. es el bajista/vocal Reinhard Kreuse quién originalmente tocaba la viola pero se pasó al bajo ya que para cantar y tocar a la velocidad de S.D.I. se le hacía más práctico. El violero Frank Tiesing y el batero Frank Maunert completan este combo demoledor que en la mayoría del disco va a altas velocidades y arrasando a todo lo que se les cruce – sin descuidar la melodía y la estructura de cada tema – lo cual redunda en un disco que no pide un misero “stop” en la primera audición.
Hay metal electrizante y violento en esa piña al mentón hecha tema llamada “Megamosh”, hay temas más lentos pero corrosivos como el que le dá titulo al disco (Me recuerda algo al Twisted Sister de “Under The Blade”), otro con guiño al hardcore más melódico en los coros (“Alcohol”), y ningún track de relleno. Por eso son 9 temas, y no 12-14 como se estila ahora con resultados aburridos y abundante material intrascendente o de sobra.
Todo lo contenido en “Sign Of The Wicked” está totalmente asociado al metal más contundente, interpretado por músicos que muestran mucha destreza en cada instrumento, sonido claro gracias a una muy buena producción y momentos de alta adrenalina para el que le guste esta mano.
Por ende “Quick Shot” y “Always Youth” alternan velocidad con guitarras frenéticas sin hablar de la titánica labor y despliegue del batero (En especial recomiendo escuchar las secciones de doble bombo del último tema que mencioné). Otro momento alto tanto en la calidad del tema como en el voltaje que te deja seco es “Long Way From Home”.
Sin vueltas: esto es heavy metal aceleradito con temas excelentes en donde no se pierde el norte de las melodías, mérito de las composiciones y de los punteos del mencionado Tiesing. Se cierra esta joya oculta en la historia del metal con otras dos bombas: “Killer’s confession” (Kruse vocalmente no es una maravilla pero el estilo que le imprime va de maravillas con la propuesta, lo mismo ocurre con los coros que hacen los otros músicos), y tras una intro limadora en alemán, el tiro de gracia de “Fight” con sus trabazones, cortes, rafagas de violas... que más puedo decir.
Yo me los perdí durante casi 20 años, este signo no sólo es maldito, te hace sangrar como el logo trazado con gillette en el hombro de Kruse que se ve en la tapa (Que es una representación, no real). La reedición en CD trae un booklet muy completo, con fotos y un reportaje a Kruse que es una suerte de biografía de la banda.
Discazo (Gracias Alejandro y Victor por avivarme)
Calificación: 9.5/10
Gracias a gente de un foro que integro me empiezo a poner al tanto de S.D.I. (Satan’s Defloration Incorporated, el nombre es una joda y no debe tomarse en serio) y a sacarme esa falsa impresión.
El primer disco (“Satan’s Defloration Incorporated”) es bueno y parece un borrador de lo que vendría: el real salto de calidad lo pegan con este laburo que lo bajé en mp3 y no aguanté tanta potencia metálica junta al punto que lo terminé comprando en su reedición.
Como ya dije S.D.I. es una aplanadora total. ¡Y un trio para colmo!. Estos hijos de puta no dejan un hueco vacío en ningún tema, todo suena bien “lleno”. Hacen básicamente un speed metal muy rico en rebusques de viola con las melodías y composiciones trabadas en las rítmicas (sin abusar de ese recurso) que atrapan. Sin ir más lejos el primer tema (“Coming Again”) es el mejor ejemplo, y mi favorito ya que creo que es en donde la banda tira la casa por la ventana.
El cerebro de S.D.I. es el bajista/vocal Reinhard Kreuse quién originalmente tocaba la viola pero se pasó al bajo ya que para cantar y tocar a la velocidad de S.D.I. se le hacía más práctico. El violero Frank Tiesing y el batero Frank Maunert completan este combo demoledor que en la mayoría del disco va a altas velocidades y arrasando a todo lo que se les cruce – sin descuidar la melodía y la estructura de cada tema – lo cual redunda en un disco que no pide un misero “stop” en la primera audición.
Hay metal electrizante y violento en esa piña al mentón hecha tema llamada “Megamosh”, hay temas más lentos pero corrosivos como el que le dá titulo al disco (Me recuerda algo al Twisted Sister de “Under The Blade”), otro con guiño al hardcore más melódico en los coros (“Alcohol”), y ningún track de relleno. Por eso son 9 temas, y no 12-14 como se estila ahora con resultados aburridos y abundante material intrascendente o de sobra.
Todo lo contenido en “Sign Of The Wicked” está totalmente asociado al metal más contundente, interpretado por músicos que muestran mucha destreza en cada instrumento, sonido claro gracias a una muy buena producción y momentos de alta adrenalina para el que le guste esta mano.
Por ende “Quick Shot” y “Always Youth” alternan velocidad con guitarras frenéticas sin hablar de la titánica labor y despliegue del batero (En especial recomiendo escuchar las secciones de doble bombo del último tema que mencioné). Otro momento alto tanto en la calidad del tema como en el voltaje que te deja seco es “Long Way From Home”.
Sin vueltas: esto es heavy metal aceleradito con temas excelentes en donde no se pierde el norte de las melodías, mérito de las composiciones y de los punteos del mencionado Tiesing. Se cierra esta joya oculta en la historia del metal con otras dos bombas: “Killer’s confession” (Kruse vocalmente no es una maravilla pero el estilo que le imprime va de maravillas con la propuesta, lo mismo ocurre con los coros que hacen los otros músicos), y tras una intro limadora en alemán, el tiro de gracia de “Fight” con sus trabazones, cortes, rafagas de violas... que más puedo decir.
Yo me los perdí durante casi 20 años, este signo no sólo es maldito, te hace sangrar como el logo trazado con gillette en el hombro de Kruse que se ve en la tapa (Que es una representación, no real). La reedición en CD trae un booklet muy completo, con fotos y un reportaje a Kruse que es una suerte de biografía de la banda.
Discazo (Gracias Alejandro y Victor por avivarme)
Calificación: 9.5/10
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