Cuando estaba en cuarto año de la secundaria – o sea cuando se lanzó este disco en Argentina bajo el nombre de “Aplástalo” – me compré el mismo en formato cassette. En su momento me decepcionó un tanto, pero con el tiempo supe encontrarle los puntos altos al disco, que afortunadamente los tiene.
Para comprender un poco a “Ram It Down” hay que hacer un pequeño ejercicio previo. Judas Priest previo a este lanzamiento había "sofisticado” su propuesta con un MUY BUEN disco llamado “Turbo” en donde tuvieron una de las mejores producciones y sonido de todo el heavy metal. Pero no había ningún “Screaming For Vengeance” ni “Freewheel Burning”, lo cual exasperó a buena parte de la comunidad metálica, con el agregado de que optaron por modernizar su imagen (Una onda media “futurística”, chau cuero y tachas). Luego de este “Ram It Down” vendría un disco que nadie se esperaba, lleno de velocidad, agresión, temas demoledores... la review la tienen más abajo y para muchos es el mejor disco de heavy metal que se sacó desde 1990... ¿Hace falta mencionarlo?.
Pues “Ram It Down” es un puente. Un disco de transición en donde hay elementos de “Turbo” y se perciben pequeños adelantos de lo que explotaría en “Painkiller” (Ahí lo dije). Basta escuchar el tema título que nada tiene que envidiarle al “Freewheel Burning”, Halford está con los agudos a tope – escuchar de entrada como el tema arranca – y tras el la banda se encolumna sonando como un acoplado muy nítido (Gracias a la excelente producción de Tom Allom). Esta intensidad y pesadez se repite en “Hard As Iron” (Lleno de explosiones).
¿Qué pasa con los demás temas?. Para lo que significa estructurar un disco, son irregulares. “Heavy Metal” me parece un tema del montón, ni pesado, ni rockero, sin gancho, y los dos temas que le siguen corren la misma suerte (“Love Zone” y en menor medida “Come And Get It”). Por ende el disco había arrancado largando lava, cae con tres temas y se levanta con el mencionado “Hard As Iron”.
El viejo Lado B se abre con un tema que equilibra lo mejor entre pesadez, sofisticación y arreglos. “Blood Red Skies” es el encargado de reencausar el disco, con Halford en un estribillo emotivo y el llamativo sonido procesado de la bata de Dave Holland (Que se repite en otros temas). “I’m A Rocker” mantiene el nivel con un muy buen desempeño de la base Hill/Holland.
Pero se produce un nuevo bajón con un aceptable cover del clásico de Chuck Berry “Johnny B. Goode” (El cual se incluyó en el soundtrack de una película que no recuerdo), el tema está OK pero ni suena a Judas Priest rockero ni recrea el original, y se repite la indefinición que tienen ciertos temas en este disco... caso de su predecesor “Love You To Death”, que no emociona ni te estampa contra la pared. Para cerrar el disco – con flor de portazo – se lanzan en plan Black Sabbath con un lento y demoledor “Monsters Of Rock” que salva el honor de Judas Priest en esta placa.
Si “Ram It Down” hubiera sido un EP de 5 temas, casi hubiera sido un “Painkiller”. Pero pese a los desvaríos es un buen disco, con excelente sonido, sofisticación, el tándem K.K./Glenn afiladísimo, base que siempre suena sólida – aunque con efectos ya mencionados que restan algo – y Halford que siempre se luce con su arsenal de agudos y falsetes, sin dejar de lado su registro más grave.
La tapa no representa el contenido de disco. Tampoco el título. Puede llegar a ser de lo más flojo de Judas, pero igual lejos está de ser una decepción.
Calificación: 7/10
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