He aquí 31 minutos con diez tracks llenos de velocidad, satanismo y pasajes oscuros. En relación a su antecesor “Once Upon The Cross”, se advierte que el tandem de guitarras compuesto por Eric y Brian Hoffmann preponderan por sobre la base rítmica de Steve Asheim y Glen Benton.
De hecho, es un trabajo en donde abundan constantemente los violazos furiosos. Sin ir más lejos los tres primeros temas (Que no dan respiro alguno) son una seguidilla de guitarras bien graves y disonantes, destacándose “Blame It On God”. Como es su tradición van muy rápido – por algo siempre Asheim se destaca - pero hay cortes puestos con precisión, medios tiempos semiacelerados, sólos esquizoides y blasfemia para tirar hacia los cuatro costados.
Hay un tema que se destaca por sobre los demás: “Father Baker’s” cierra este CD con uno de los mejores riffs que Deicide haya compuesto en toda su historia (El que arranca el tema). Como de costumbre Scott Burns en la producción logra que cada instrumento suene nítido y potente, y las ejecuciones de los músicos son ajustadísimas. Dedican el disco a la memoria de Vinny Daze, baterista de Demolition Hammer fallecido el año anterior y allegado al grupo.
“Serpents Of The Light” no defraudará a quién le gusta el grupo, con el agregado de que las guitarras tienen más peso y no lo disimulan en absoluto. Otro viaje al infierno con serpientes de guía para la ocasión.
Calificación: 8/10
De hecho, es un trabajo en donde abundan constantemente los violazos furiosos. Sin ir más lejos los tres primeros temas (Que no dan respiro alguno) son una seguidilla de guitarras bien graves y disonantes, destacándose “Blame It On God”. Como es su tradición van muy rápido – por algo siempre Asheim se destaca - pero hay cortes puestos con precisión, medios tiempos semiacelerados, sólos esquizoides y blasfemia para tirar hacia los cuatro costados.
Hay un tema que se destaca por sobre los demás: “Father Baker’s” cierra este CD con uno de los mejores riffs que Deicide haya compuesto en toda su historia (El que arranca el tema). Como de costumbre Scott Burns en la producción logra que cada instrumento suene nítido y potente, y las ejecuciones de los músicos son ajustadísimas. Dedican el disco a la memoria de Vinny Daze, baterista de Demolition Hammer fallecido el año anterior y allegado al grupo.
“Serpents Of The Light” no defraudará a quién le gusta el grupo, con el agregado de que las guitarras tienen más peso y no lo disimulan en absoluto. Otro viaje al infierno con serpientes de guía para la ocasión.
Calificación: 8/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario