Tanto se ha esperado el disco de esta leyenda viva del heavy metal y créanme que valió la pena. Este quinteto - que ha ayudado a forjar lo que hoy conocemos como sonido metálico - nos ofrece en este disco póstumo uno de sus picos más altos de los últimos años y acaso un trabajo que le pelea de cerca a sus trabajos más emblemáticos. Se nota que los músicos se tomaron su tiempo para armar y estructurar las composiciones y el resultado es a todas luces descollante. Catorce temas sin un miserable relleno, “Firepower” es Judas Priest. Todo lo que se espera de ellos acá lo tenés, como en “Never The Heroes” o “Children Of The Sun” en donde están esos estribillos solemnes y sentidos que tanto han sabido forjar en sus mejores épocas. Rob Halford está en un nivel superlativo y lo demuestra en el INMENSO “Rising From Ruins” con toda la composición bañada de epicismo más otro estribillo memorable. Glenn Tipton y Ritchie Faulkner se sacan chispas durante “Lightning Strikes” mientras Scott Travis en los parches marca el galope del tema. Otros momentos remiten al Judas de los noventa caso de “Necromancer” y hay por sobre todo una banda totalmente focalizada, compenetrada y plagada de temas con excelentes composiciones. Cerrar este disco con “Sea Of Red” es otro gran acierto con su tufillo a “Beyond The Realms Of Death” y sus acústicas al inicio. Se trata de un tema con aires muy relajados en donde Halford vuelve a brillar. La producción estuvo a cargo de Andy Sneap y Tom Allom, lo cual se puede apreciar en el tratamiento de los tracks ya que se nota los estilos de cada uno. Pienso en tantas bandas que se han retirado y no recuerdo una que lo haya hecho en tan alto nivel. Te vamos a extrañar Judas Priest, no obstante, “Firepower” no se mancha.
Calificación: 9/10
Calificación: 9/10
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