El Grindcore no es mi estilo favorito dentro del metal. Se sabe de sus limitaciones en el sentido de que la música pasa a segundo plano y el objetivo es explotar, ir a la yugular y si se puede breve, mejor. Y acá eso se cumple pero de una forma que a mí al menos me llamó la atención. Un trío norteamericano que tras unos splits logra que Earache les edite este CD que precisamente tiene 22 minutos de duración y veinte temas (Ninguno supera el minuto y medio). Ponés play y vas a experimentar lo que ves en la tapa: un ataque frontal total en donde se entiende cada cosa y el caos abruma. No vale la pena mencionar ningún track - están casi todos empalmados por medio segundo de pausa - pero escuchar lo que hace Dobber Beverly en su batería te hace pensar que no es un ser humano. "Musicalmente" me recuerdan al viejo Napalm Death con un poco del actual. El disco se grabó en el año 2007 y me parece de lo mejor que escuché a nivel Grindcore.
Calificación: 8/10
Calificación: 8/10
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