1980. Uno de los años más recordados en la historia del heavy metal por la riqueza de sus lanzamientos. Por sobretodo bandas nuevas (Iron Maiden) y otras que venían en ascenso (Motörhead, Judas Priest, AC/DC y muchas más) ese período fue fundamental. En el caso de Black Sabbath este disco va más allá de eso. Ozzy Osbourne había dejado la banda y es reclutado el ex-Elf/Rainbow Ronnie James Dio (RIP) en su lugar. Un vocalista con mucho más caudal y canto que su antecesor. Convocan a Martin Birch para producir (Luego se haría famoso con Iron Maiden pero ya había trabajado con Whitesnake, Deep Purple, Fleetwood Mac, Wishbone Ash y Rainbow). Otro que casi más se va es Geezer Butler pero vuelve a tiempo. Empezar una placa con "Neon Knights" es tocar el cielo con las manos, el tema tiene un ritmo que te atrapa sumado a la densidad de viola de Iommi y Dio a tope de sus posibilidades (El estribillo...). Luego de él todo va a ser imposible de superar, así lo creo yo, pero el "Lado A" es más atractivo: el tema título y su impronta épica, el bajo marcando el pulso a los demás músicos en "Lady Evil", el sentimiento de "Children Of The Sea". No es que el "Lado B" sea malo pero no llega a las alturas de los primeros cuatro temas si bien "Wishing Well" retoma la parte más rítmica y "Die Young" la más emotiva nuevamente. Pero lo que hace de "Heaven And Hell" un disco emblema en la historia del metal son los MUSICOS. Los cuatro están en un pico de ejecución, composición e inspiración altísimo y Dio ratifica lo que hizo en Rainbow, "Banda que entro la potencio". El mencionado Birch se manda una producción perfecta. Comenzaba un nuevo ciclo de Black Sabbath, menos denso y crudo pero sin dudas más musical y épico.
Calificación: 8.5/10
Calificación: 8.5/10
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