jueves, 30 de abril de 2015

VITAL REMAINS "Forever Underground" (1997, Death Metal)



Debo reconocer que a este disco no lo pesqué de entrada, como a otros de la banda. De hecho lo vendí pero por esas ida y vueltas de la vida me volvió hace 2 años como un promo perdido que me envió un amigo norteamericano (Lo ven aquí en la foto). Eso hizo que lo volviera a desasnar en el equipo. Vaya si le encontré golazos esta vez y a la postre comprendí que era lo que me frenaba antes. Para este tercer disco la banda casi se desarma quedando sólamente Tony Lazaro y Joe Lewis. Este último pasa de bajista a cantante, y se llama a un baterista (Dave Suzuki) que cuando llega en su combi destartalada dice "Además toco guitarra y bajo". Comentan que al escuchar las pruebas a las que lo sometieron a los otros dos se les cayó la mandíbula al piso. El tal Suzuki venía de familia de músicos de jazz (Entre otros géneros) y el desde niño tocaba estos estilos, flamenco y otros. Un virtuoso oculto. Que acá inclina la balanza. Lo que me frenaba en mi primera época con este disco era lo tremendamente extenso de los (pocos) temas, 8 minutos en promedio. Aquí tenemos 5 temas y un interludio macabrísimo instrumental ("Farewell To The Messiah"). Pero armandose de paciencia los temas son musicalmente blasfemos, oscuros, precisos, con más balance entre tiempos medios y blast beats, Suzuki inyecta acústicas flamencas en algunos, con lo cual en casi 43 minutos y con un título muy bueno (La banda debutaba con nuevo sello, Osmose Records) que definía más que nunca de donde provenían y querían estar. El resto son largas dosis de death metal con una producción entre cruda y correcta, el tema título, "I Am God" (Con cierta onda al Morbid Angel de "Altars...") y la cerradora "Divine In Fire" - una JOYA y de lo mejor que se le ha escuchado a esta banda redondean tal vez un CD que pegó inmediato en algunos pero pasó inadvertido para muchos. Las letras como siempre son una oda a la blasfemia, oscuridad y críticas a las religiones - cristianismo a la cabeza - y fueron compuestas por Joe Lewis. Acaso una banda y un álbum que crecieron demasiado en mi caso con el tiempo.

Review editada en el año 2017:

La foto que ven es del CD firmado por Tony Lazaro cuando vino Vital Remains a Argentina en el mes de Junio de este año.

Calificación: 8.5/10

sábado, 18 de abril de 2015

KISS en ARGENTINA (Estadio Velez Sarsfield, Jueves 16 de Abril de 2015)


(Rewiew escrita por Fernando Enrique Boido)

Empecé a escuchar y apasionarme por la música hace 36 años; eso me cambió la vida y me seguirá marcando por siempre. Y lo hice por KISS.  De ahi que la banda dejó de ser para mi meramente un gusto musical para pasar a ser algo que va más allá y verdaderamente tiene que ver con los sentimientos.  Es en ese punto que un grupo como KISS pueda ser comparado con los Beatles, por aquello de la intensa interelación fan- artista y su capacidad para atraer a sus huestes distintas generaciones de público a través de los años.

Aún hoy los chicos empiezan en la música por los Beatles... pero también lo hacen por KISS.  

Durante años los fans de KISS fuimos maltratados aquí y afuera por el desconocimiento de la prensa ignorante y la sordera de la intelectualidad musical; KISS era grasa y sin vuelo artístico, una banda durante tiempo subestimada y descalificada. Pero no cualquiera llega a los 40 años de carrera (42 para ser exactos) de casualidad, basándose solamente en la espectacularidad de su imagen y shows.

El reconocimiento de gente como Paul McCartney, Jimmy Page o Paul Rodgers y sus colegas contemporáneos, sin contar las muchas camadas de grupos a los que  influenciaron desde los 80s hasta nuestros días, los millones de fans que los siguen o ser una de las tres grandes e históricas bandas americanas de rock junto Aerosmith y Van Halen (Y probablemente una de las veinte más importante de la historia) desmienten esa afirmación... no se puede engañar tanto tiempo a tantos.

Y el jueves 16 de abril de 2015 bajo el pretexto de su gira 40 aniversario, KISS dió su décimo concierto en Buenos Aires. Precedido por la expectativa de siempre para con su gente, pero en un mar de dudas y comentarios no muy auspiciosos. 

Cambio de estadio, acaso floja venta de entradas, y las interminables discusiones en la web de sus propios fanáticos, entre el bando de quienes aprueban la historia y el presente del grupo, y aquellos que se transformaron en las viudas de la formación original de los '70 que inició la leyenda y constituyó el legado musical más importante, pero que sin ver más allá no aceptan que Ace Frehley y Peter Criss son dos señores grandes (a la par de Paul Stanley y Gene Simmons) y ex músicos, cuyos excesos y conductas erráticas les han pasado facturas, y sus capacidades para tocar y sobrellevar el ritmo de actividad de un grupo como KISS ya flaqueaban hace casi veinte años en la gira de la reunión.

Como alguna vez dijo Stanley "No estariamos aqui sin ellos, pero tampoco con ellos hoy".  Tommy Thayer y Eric Singer quizás sean usurpadores de sus personajes (No en realidad ya que Frehley y Criss vendieron sus derechos a Simmons-Stanley y el manager Doc McGhee) pero son a la vez quienes permiten que la banda siga girando con nivel. 

Hasta el propio Stanley era también centro de comentarios... Una fallida operación de nódulos en la garganta en el 2012 que no dió los resultados esperados, conspira contra la brillante e interminable voz que tuviera durante 35 años y lo tiene a maltraer actualmente, golpeando al corazón musical del conjunto.  Como muestra vaya algunos shows del 2014 y el de Santiago de Chile el pasado 14 de abril en un estado tristemente lamentable pero aún así orgulloso antes de preferir pistas engañosas.    

Y es por la longevidad de la banda (Que no sube a un escenario meramente a tocar) y la incognita que genera para su futuro la voz de Paul, que esta visita tuvo de antemano la sensación de ser la última para varios de nosotros; y por ello es que particularmente esta vez no iba a exigirles nada, sino solamente homenajearlos y disfrutar por todos los momentos pasados.                            

Ante 45 mil personas en un estadio colmado en un 90%, y precedido por el característico "All right Buenos Aires... you wanted the best, you got the best... the hottest band in the world...", KISS salió a honrar su legado a con huevos y pasión, a despejar las dudas y a pelear contra las adversidades, inclusive las climáticas, ya que por el viento se canceló la caida del telón de apertura o se suprimieron las lenguas de fuego en lo alto del escenario en "God Of Thunder" para evitar que un llamarada acabara con el techo.  Si KISS llegó a donde lo hizo fue entre otras cosas gracias a su metódico profesionalismo, no estamos hablando de gente improvisada como Great White o Callejeros...   

En una versión reducida del escenario que presentaron en la residencia en el "Hard Rock Casino" de Las Vegas hace seis meses y los recitales de Japón este año (sin las pantallas gigantes a los costados y los elevadores de Simmons y Thayer) pero con toda la carga de humo, fuego, bombas, y serpentinas, KISS disparó tres cañonazos uno tras otro sin intervalos: la histórica "Detroit Rock City", una aplastante "Creatures Of The Night" que fue la primer joya de la noche, y el regreso a los '90 y la reunión con "Psycho Circus". 

De entrada las cartas estuvieron echadas: sonido parejo de principio a fin, con cuerpo, claro y fuerte; ejecución exacta, una banda aguerrida y una puesta en escena igualmente impactante con mucha pirotecnia, explosiones, un arsenal de luces y lásers impresionantes, hicieron el mejor concierto de KISS en Argentina no solo de esta formación sino de su etapa con maquillajes, solamente superado por la inolvidable visita del '94 (con el propio Singer y Bruce Kulick) en su etapa musical más importante de los últimos 20 años. 

Y parte de las buenas condiciones en que se desarrolló todo tuvo que ver el estadio a pesar de la desastrosa organización por parte de la productora Fénix. 

Partiendo de la premisa que no hay en Buenos Aires un recinto adecuado para recitales con buena acústica y que KISS jamás tocó a cielo abierto en un lugar que no fuera River, la elección de Vélez fue acertada. Una cancha más chica aunque igualmente difícil de llenar, donde el sonido no se perdió nunca y desde la Platea Baja Norte al menos se vió con cercanía y nitidez absolutamente todo el escenario y cada detalle visual, dando por tierra con las distancias sin sentido del estadio de Nuñez.

Siguió el ya tradicional saludo de Paul ("no hoblo españoul muy bien pero comprendo tus sentientos y mi corazón es suio !!!") y la parte pesada a cargo de Simmons con "I Love It Loud" y "War Machine", un tema que en vivo arrolla. El show de KISS fue ágil, casi sin interrupciones, sin solo de batería y con una corta intervención de Thayer con la guitarra luego de "Hell Or Hallelujah" que sirvió como pretexto para disparar los cohetes desde su clavijero; y si bien la parte escénica fue fundamental como siempre, la banda pareció más que nunca concentrarse en su música y la interacción con el público, en un ritual inexplicable con palabras.         

En 1:45 hs. y 17 temas el grupo dejó en claro para los desprevenidos porque es una máquina de rock que pega una y otra vez, repasando su trayectoria donde no faltaron clásicos eternos como "Do You Love Me?", "Deuce", "Parasite" y hasta la gema de "Hide Your Heart", jamás interpretado en suelo argentino. Inesperadamente "Lick It Up" (una canción hipergastada y que en vivo no ofrece novedades aún con el interludio de "Won't Get Fooled Again" de los Who) se convirtió en el punto más alto, sonando muy cruda en medio de gases y lanzallamas. 

Y es obvio que el grupo no tuvo 40 años desperdiciados, en especial Stanley y Simmons.  Tommy Thayer si bien no tuvo el brillo de sus performances del 2009 y 2012, es innegablemente el imitador más digno que pueda tener Frehley y que hizo recuperar el sonido setentoso del cuarteto original.  Eric Singer es el mejor baterista de hard rock de los últimos 25 años y no solo el más talentoso de los que pasaron por KISS, sino también el músico de mayor nivel con el que cuenta el conjunto; a partir de su técnica y fuerza es responsable de llevar a la banda a un nivel más pesado, dinámico y contundente.  Probablemente toca de distinta manera el mismo tema todas las noches y es una parte imprescindible de la estructura sónica del grupo.

¿Que decir de Paul Stanley? Que decir de un tipo que es EL showman, EL rockero inoxidable, ¿EL artista puro en toda su dimensión?. Alguien al que me es imposible referirme con objetividad por ser mi ídolo de siempre... con 63 años, un estado físico envidiable y su sola presencia, tuvo como es habitual a sus pies a la audiencia durante todo el concierto. Verlo saltar, recostarse y bailar arriba de botas de 20 cms. (con prótesis de caderas y rodillas incluidas), llevar el espectáculo adelante siempre con sus poses y carisma y colgarse en medio del viento y algunas gotas para atravesar el campo y cantar casi al alcance de la mano "Love Gun" fue emocionante. 

Si bien su voz fue claramente la mejor versión que pudo presentar fácil de un año a esta parte (y notablemente superior a la de Chile 48 hs. antes) aguantando estoicamente algunos tonos altos y quizás siendo conciente del desgarro vocal del que no parece tener retorno, suplió esa disminución con una entrega sin límites.  

Y no menos conmovedora fue la actitud de Gene Simmons con casi 66 años y más de 100 kg. de peso y armaduras...

Un Simmons desde hace años desconectado musicalmente, con su tono aguardentoso de ultratumba y un impecable estado se cargó en vivo al grupo para tapar los baches y salir en auxilio de su hermano averiado.  Junto a Singer fueron los responsables de romper huesos y hacer temblar los cimientos de Vélez.  Escupió fuego y desde las alturas y con viento incluido descolló en la épica "God Of Thunder", acompañada en otro truco casual por la inestabilidad del clima con los primeros truenos y relámpagos.                                                                                 

Después de "Love Gun" llegó el final explosivo con "Black Diamond", la batería por los aires y toda la artillería pirotécnica.  Y fue en "Love Gun" que me atrapó la nostalgia: mientras Stanley cantaba bajo la lluvia, imágenes de mi vida junto al grupo empezaron a pasar por mi ojos... en ese momento mi cabeza cerró una historia con la banda, sentí que ya nos habíamos dado mutuamente todo y que si KISS decidiera acabar su actividad luego de este show estaba bien y podríamos continuar en paz. 

El bis fue otra descarga eléctrica y enganchada con "Shout It Out Loud", el estadio viniéndose abajo en "I Was Made For Lovin' You" (y otro instante donde las imágenes se me hicieron presentes), y la fiesta final de "Rock And Roll All Nite".  Luego de cinco minutos de fuegos artificiales y mientras sonaba "God Gave Rock & Roll To You", se largó una tormenta huracanada que no pareció importarle a nadie.                   

KISS hizo honor a su gloria y celebró su leyenda.  Vino, tocó y venció, con el agregado de sensaciones nunca antes experimentadas...

La música purifica el alma y alimenta el espíritu.  Disfrutar a KISS es purificador.

Para ellos... gracias.
  
Calificación: 9/10   

sábado, 11 de abril de 2015

SCANNER "Hypertrace" (1988, Heavy Metal)


Estaba en quinto año (1989) e iba ya a disquerías en donde llegaban vinilos importados de bandas "desconocidas" que los disqueros iban trayendo. Sino te limitabas a lo que publicaba la Revista METAL e ir a comprar las ediciones nacionales. Todo esto en un momento en donde en todo el heavy metal estaban pasando cosas muy interesantes, tanto en Estados Unidos... como en Europa. Dentro del viejo continente, un país picaba en punta tanto en thrash como en metal: Alemania. Salían bandas como flechas, gracias a muchos sellos que apostaban y a la gran cantidad de tipos que gestaban todo ese movimiento. Ya estaban Accept, Scorpions, pero tras Warlock, Helloween y Running Wild se dispararon bandas que eran un tanto dificiles de encasillar... Muy veloces para ser metal pero no tan machacantes para meterlas en el thrash. Algunos hablaban de "Power Metal" (Termino que en la actualidad representa otra cosa mucho más edulcorada y carente de potencia a mi juicio). En mi caso prefería hablar de heavy metal más intenso de lo normal y manteniendo un caudal de melodía. Es así como en una de las visitas me dicen "Este grupo es hermoso". Y me llevo este cassette de Scanner. Realmente si esta banda no fue reconocida en su momento, la gente se la perdió porque "Hypertrace" es imperdible. Cinco músicos que toman un concepto de ciencia ficción para las letras y el vestuario, excelentes compositores e intérpretes con diez temas que literalmente te llevan de paseo por la Galaxia ida y vuelta. Si, hay influencias: Accept, Judas Priest, el primer Helloween, pero el quinteto le mete una adrenalina tremenda en simultáneo con excelentes melodías y coros en todos los temas (Algo muy Germano). Michael Knoblich es un excelente vocalista, que va desde los rangos medios hasta los agudos a lo Rob Halford (Escuchar el arranque de "Wizard Force"). Sería injusto no mencionar las duplas y contrapuntos que dibujan los guitarristas Axel Julius y Tom Sopha. Y el bajo audible de Martin Bork. El viejo Lado A es imperdible, con "Warp 7", "Locked Out" y la pausa con un medio tiempo con olor a posible hit ("Across The Universe"). Los demás temas te mantienen en el asunto siguiendo la línea de los primeros pero con algo menos de brillantez (No sé si es que desaceleran y se pierde algo del impacto que había de entrada), algo del Judas a medio tiempo en "Retaliation Positive" o "Grapes Of Fear" muy buena en composición y 100% "Alemana". Producido por Frank Bornemann, un tal Ralf Sheepers figura en los creditos de los coros (No se especifica en el booklet en que temas, se asume que participa en todos). El CD que poseo es un relanzamiento de un sello inglés, con reportajes a algunos de los músicos y un remasterizado que potencia más lo que era el sonido original sin desvirtuar la grabación original. Una joya oculta de los ochentas.

Calificación 8.5/10 

jueves, 9 de abril de 2015

QUEENSRYCHE "Rage For Order" (1986, Heavy Metal)

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Esta banda en los 80s fue una de las excepciones pensantes norteamericanas de heavy metal. Con un comienzo muy auspicioso en donde la cosa pasaba más por un Iron Maiden pretencioso y progreta, para este segundo álbum el quinteto de Seattle logra un resultado más texturado, más audaz, y arriesgado. Se trata de un trabajo medio dificil para el oído común pero lo considero como el disco en donde la banda se encuentra con su mejor personalidad. Neil Kernon de productor, sonido limpio, músicos de nivel superlativo (No puedo dejar de pensar en la garganta de Geoff Tate y la batería de Scott Rockenfield), se larga la "Furia Por Decreto" como caprichosamente lo editaron en Argentina allá por los 80s. Si uno veía la imagen de la banda podía pensar que eran casi glam: error. Eso me pasó a mi de joven viendo revistas nacionales y dejé pasar el tren hasta el disco siguiente. De esta época no hay nada que suene agresivo y a la vez preciso, pretencioso, todo esto agregado por composiciones excelentes como el abridor "Walk In The Shadows" (Coros del carajo), "The Whisper", otras más filosas como "Surgical Strike", malabares en "Chemical Youth (We Are Rebellion)", todo a la sazón de un Tate PERFECTO en la voz, secundado por Chris DeGarmo en la viola. Hay un cover de una banda canadiense pop (Dal Bello, ni idea quienes eran) que zafa y no desentona tanto llamado "Gonna Get Close To You", pero no puedo explicar la emoción, pompa y locura que me genera escuchar "London" (Un tema más "remanso" pero con "algo" que no puedo definir) cada vez que repaso este CD. Los coros, el clima creado, ROCKENFIELD. Y "Rage For Order" agrega eso a Queensrÿche, teclados, atmósferas, es una banda creciendo, madurando y ya avisando que no es para cualquier oyente. Disco no apto para primera oída, y sí para escucharlo con detención. Lo mejor estaba al caer, el que avisa no traiciona y este CD fue más que "Una Advertencia", una consolidación de "La Q".

Calificación: 9/10

miércoles, 1 de abril de 2015

RIFF "Ruedas De Metal" (1981, Rock)


Tarde pero seguro, la primera review que escribo de la banda argentina que acaso mejor "interpretó" todo esto que implica la ejecución de ROCK. En mi caso los descubro gracias a los constantes "videos" que ATC (Actualmente TV Pública) pasaban de la banda, de hecho llegan a grabar este debut gracias a Tonodisc que estaba vinculada al canal. Recién en los 90s compré sus cassettes en Musimundo - Recuerdo que estaban a precios irrisorios - y por desgracia tras la muerte de Pappo en el 2005 ahí me hago de sus CDs de cabecera lanzados en el 2006 (De pésima calidad de edición y supuestamente "remasterizados", cortesía de DBN). No quiero dar detalles a fondo de libros de Pappo o cosas que se saben (O ya se dijeron 100000 veces y esta Google), los cuatro se juntaron, personalidades muy fuertes y diferentes, Pappo ya venía con la experiencia de Pappo's Blues y el siguiente paso fue junto a Michel Peyronel (Batería), Vitico (Bajo) - Dos músicos con mucho más mundo y cultura de lo que la gente cree - y Boff Serafine en "segunda guitarra" (Según el CD de DBN... ¿Guitarrista rítmico no es más apropiado?). Van al estudio Take 1, de muy limitados recursos (Historias de las "incomodidades" de esta grabación sobran y no hacen a la review), y con sólo 24 canales "Ruedas De Metal" pese al audio deficiente hace historia. Acá hay himnos de Riff con letras que encajan perfectamente hasta en pleno 2015 como los enérgicos "Necesitamos Mas Acción", "Mucho Por Hacer") pero la música es un rock para mí no metálico (Sobretodo Vitico coincide en salirse de ese rótulo) sino intenso con ribetes de AC/DC y alguna cosa "new wave" (Escuchar atentamente algunas de las composiciones) sutil producto de los años previos de Michel en Francia. Vitico se luce en "Sordidez", y otros temas que al día de hoy - y lamentablemente potenciados por la desaparición física de Pappo - son clásicos como "No Detenga Su Motor", o el tema título. Siempre de "Ruedas De Metal" me pareció curioso "Boff No Lo Puedo Soportar Más", no entendí nada hasta que en un libro leí el significado de la joda. Riff empezaba a hacer historia y a revolucionar en todo el sentido de la palabra el ROCK nacional. Las mayúsculas en ROCK son adrede. Nada más.

Calificación: 8/10