El cuarteto de Los Angeles siempre me pareció la banda más malvada, hija de puta, despiadada y violenta de toda la historia del heavy metal. Jamás olvidaré cuando escuché por primera vez “Reign In Blood” en mi adolescencia, sentía que dos picadoras de carne me entraban por el oído. Y hoy lo sigo sintiendo. Tras ese punto alto indudable (Y clásico de la historia de todo el género) sacaron un disco un tanto distinto pero bueno en donde se volcaban levemente más a la melodía (“South Of Heaven”) para unos años después acaso sacar realmente su mejor disco musicalmente hablando en donde se cruzan estos dos discos y la inspiración total de los tipos: “Seasons In The Abyss”.
Tras esa “trilogía” se dedicaron a sacar discos buenos, que sonaban a Slayer sin llegar a las glorias mencionadas. Pero en el 2006 “Christ Illusion” marcó el retorno de Dave Lombardo y a comparación de otros discos, sonaba con más gancho, garra, lo cual me generó expectativas para este “Mundo pintado de sangre”. El problema es que... me cuesta admitir que un disco de Slayer apenas pasa lo aceptable. Los tipos son unos capos, nos han dado momentos inolvidables pero: el momento llegó. Este CD sin ser para nada malo es el más flojo de toda su discografía. A saber, la producción no es mala pero le lavaron cierta pesadez a la banda y restaron cierta distorsión a las violas. Por ende uno espera a ser estampado contra la pared y no ocurre, solo se topa con temas decentes, se me antoja que hechos de taquito, pero una banda con tanto oficio siempre tiene que tener momentos para destacar como el medio tiempo de “Beauty Through Order”, y los más convincentes en cuanto a violencia “Hate Worldwide”, “Unit 732”, “Psycopathy Red” (Lo mejor de este trabajo), y “Not Of This God”. Pero... temas como “Americon” y “Playing With Dolls” tienen momentos en donde pareciera que la banda dejara su estilo (Por suerte no termina pasando) y hasta se amaga con riffs que podrían ser ñu metal (Repito: Estamos hablando de SLAYER, si fuera otra banda no lo diría).
Tom Araya cumple pero acaso ya acusa un tanto el paso del tiempo. Hannemann y King tiran sólos menos “esquizoides” que antes (Excepto en el arranque de “Snuff”) y se extrañan los riffs con cierto encanto que se tenía antes. Algo como “Dead Skin Mask”, o “Blood Red”. Acá como viene pasando ya desde hace rato no hay temas que recuerdes, pero siempre está Dave Lombardo que jamás te va a fallar. En medio de este panorama desparejo, uno esperaba más aunque debo reconocer que en las primeras oídas mi impresión fue peor y tras darle más chances el panorama mejoró algo. La producción de Greg Fieldman insisto que restó graves a todos los instrumentos, ingrediente que es esencial en Slayer. Con el agregado de que buena parte de los temas son muy “comunes” para esta institución, esperamos que para un próximo disco nos inunden de sangre, como en la tapa del CD.
Calificación (Con todo el dolor del alma... es SLAYER): 6.5/10
Calificación (Con todo el dolor del alma... es SLAYER): 6.5/10