Y volvió Pestilence. Tras desistir de continuar hace varios años, Patrick Mameli (Lider de la banda, guitarrista/vocalista y compositor de todo) se decidió y regresó al llano con un disco mortal, sin fisuras y derecho a tu cráneo. Lo acompañan para esta grabación, el conocido Tony Choy en el bajo (Cynic, Death, entre otras), y Peter Wildoer en la batería, aunque en el booklet aparezca el cuarto integrante, Patrick Uterwijk se aclara que los tres primeros músicos fueron quienes grabaron este mortal CD.
Escuchar este disco para los que tenemos más de treinta es más gratificante, tenemos de vuelta a un grupo que tras muchos años de silencio demuestra tener las uñas afiladas. "Resurrection Macabre" es un ejemplo de lo que debería ser el death metal tradicional actual, con sonido realmente genuino pero bien 2009. Un dato curioso: este disco tiene cosas de los tres anteriores - en especial de los dos últimos -, los temas se van espiralando y de golpe hay cosas de "Spheres" en "Dehydrated II" (Mucho riff furioso, técnico y disonante), o en "Hangman" (Trabazones por doquier), y el formidable "Horror Detox" que tiene aires de lo más iracundo de ese glorioso "Testimony Of The Ancients".
El resto de los temas son Pestilence, pero hay una constante, no aburren: hay dos voces y blast beats en "Hate Suicide", violas casi desmayadas en "In Sickness", y así cada tema tiene "algo" que no te saca de foco. De "bonus tracks", regrabaron tres temas: "Chemo Therapy", "Out Of The Body" y "Lost Souls" (El primero del primer album, y así sucesivamente). El trío suena ardiente, furioso, técnico, y macizo, y desde el arranque a todo vapor con "Devouring Frenzy" no dan respiro. Producción excelente compartida por el mismo Mameli junto a Jacob Hansen y... esta resurreción de macabra no tiene nada: es la gloria.
Calificación: 8/10
Escuchar este disco para los que tenemos más de treinta es más gratificante, tenemos de vuelta a un grupo que tras muchos años de silencio demuestra tener las uñas afiladas. "Resurrection Macabre" es un ejemplo de lo que debería ser el death metal tradicional actual, con sonido realmente genuino pero bien 2009. Un dato curioso: este disco tiene cosas de los tres anteriores - en especial de los dos últimos -, los temas se van espiralando y de golpe hay cosas de "Spheres" en "Dehydrated II" (Mucho riff furioso, técnico y disonante), o en "Hangman" (Trabazones por doquier), y el formidable "Horror Detox" que tiene aires de lo más iracundo de ese glorioso "Testimony Of The Ancients".
El resto de los temas son Pestilence, pero hay una constante, no aburren: hay dos voces y blast beats en "Hate Suicide", violas casi desmayadas en "In Sickness", y así cada tema tiene "algo" que no te saca de foco. De "bonus tracks", regrabaron tres temas: "Chemo Therapy", "Out Of The Body" y "Lost Souls" (El primero del primer album, y así sucesivamente). El trío suena ardiente, furioso, técnico, y macizo, y desde el arranque a todo vapor con "Devouring Frenzy" no dan respiro. Producción excelente compartida por el mismo Mameli junto a Jacob Hansen y... esta resurreción de macabra no tiene nada: es la gloria.
Calificación: 8/10