viernes, 15 de junio de 2018

AUTOPSY “Acts Of The Unspeakable” (1992)




Tercer disco del cuarteto californiano, Autopsy es un grupo que ha sabido influenciar profundamente a muchísimas bandas de death metal (Ejem, muchas suecas… ¡cof cof!) con su mezcla cruda de doom y voces desgarradas munidas de temáticas muy sádicas/bizarras. “Severed Survival” y “Mental Funeral” son dos indiscutibles clásicos del death metal under. Peaceville (Su sello) les da la opción de lanzar este tercer trabajo, el cual se graba en Junio de 1992 y lo producen ellos mismos. A ver… a primera escucha se advierte de que no está a la altura de sus antecesores pero lejos está de ser un mal disco. Hay variaciones significativas empezando por los temas - Que son dieciocho – en cuanto a su duración a la cabeza. La gran mayoría no supera los dos minutos y medio con lo cual hay una cierta influencia “grind” sin serlo acaso exclusivamente por la “brevedad” de los tracks y por que saben retener su sonido característico lleno de marchas dooms tortuosas y de pantano si bien tienen sus momentos rápidos dotados de cierta “desprolijidad” adrede. No puedo mencionar un tema en especial ya que no tengo un preferido y no tienen el gancho que sí poseían algunos de los grabados en el pasado. Es un trabajo de treinta y cinco minutos que no entra a primera oída, pero es viciosamente pesado, con la voz del baterista Chris Reifert muy resaltada en la mezcla y retocada con algún efecto que la hace tener más reverb. Las violas de Eric Cutler y Danny Corrales suenan más zumbonas que antaño y algo más atrás en el sonido final pero nada que afecte significativamente el álbum: Josh Barohn… toca el bajo (¿?). Todos los temas tienen una composición con un enfoque más caótico/aleatorio/cacofónico, y de bonus tracks nos ofrecen el EP “Fiend For Blood” (Lanzado un poco antes que este larga duración), más diez temas en vivo donde se aprecia su violencia e intensidad en las tablas. Una tapa acojonante, pero de la trilogía de Autopsy tenemos al disco menos impactante pero no deja de ser una orgía de death metal vicioso, sucio, crudo y directo. 

Calificación: 7.5/10

miércoles, 13 de junio de 2018

LA NARANJA "Blanco Sobre Negro" (2013)




Tarde pero seguro, descubro a este quinteto tras verlos en un show conjunto con Viticus allá por Febrero de 2016 en el Teatro de Flores. Me volaron TANTO la cabeza con su show que a la semana adquirí todo su material original. Este grupo hace rato que está “Quemando Rutas” – más de veinticinco años - pero no parece ser detectado o estar en el radar del grueso mayoritario de público rockero lo cual es una gran injusticia. Profundamente influidos por AC/DC y Riff (Sin renegar en absoluto de ello) tenemos aquí su último disco editado hasta la fecha. Con un excelente audio y grabado entre Febrero/Abril 2012 “Blanco Sobre Negro” muestra a una banda que no se aleja de sus mentores pero refina ciertos temas compositivamente metiendo su impronta (Que LA tienen). Hay AC/DC del que nos gusta a todos en “Vuelve Otra Vez” o en el tema título, bastante de Riff en “El 22” y el resto son temas sumamente vibrantes/rítmicos con mucho gancho como el caso de “Rock N’ Roll Swinger” (Mi favorito), “La Balanza De Los Ciclos”, y en otros momentos bajan el tempo para tornarse más rítmicos como en “Transformándome”. El disco es muy dinámico y la intensidad no decae, tributan a la memoria de Pappo (RIP) con el tema “A Un Millón De Años” y encontramos un estribillo muy adictivo en “Ahora lo ves, ahora no”. Respecto a los músicos Gaby es un cantante que recuerda a Bon Scott (Y un GRAN frontman en vivo)  enunciando formidablemente las letras de cada tema. Suco es el Malcolm Young de la banda (Todo dicho) y banca con total experiencia la rítmica de la música con sus riffs y la base rítmica compuesta por Polo (Bajo) y Mariano (Batería) tiene una solidez total, lo que hace que los temas suenen tremendamente ajustados. Si sos amante del rock y los escuchaste de nombre corré ya a escucharlos. Que no te pase lo que me pasó a mí. Nunca es tarde... 

 Calificación: 8.5/10

lunes, 11 de junio de 2018

BLUE MURDER "Blue Murder" (1989)





En los ochentas hubo un furor de “supergrupos” comandados por guitarristas que se habían lucido en bandas de renombre. Tal fue el caso de John Sykes, quién grabó todas las partes del mega exitoso “1987” de Whitesnake y la regrabación de “Slide It In”. Luego de partir de la banda se edita ese álbum y él comienza a pergeñar su nuevo grupo. Pasaron varios músicos a zapar junto a él entre ellos Ray Gillen (RIP) en voz pero la formación se consolida con dos veteranos: Carmine Appice en batería (De tremendo currículum) y Tony Franklin en bajo (Ex The Firm, Jimmy Page, entre otros). Graban junto a Bob Rock de productor y con un tecladista invitado - Nik Green, no acreditado como miembro estable - logrando un hard rock que recuerda bastante al Whitesnake del mencionado álbum pero más intenso y dotado de más pesadez con variantes hacia otros estilos que en ciertos momentos se vinculan a las influencias de los músicos que han participado en el proyecto. Se nota que las composiciones fueron pensadas originariamente para la voz de Ray Gillen (Quién declinó de participar y dejó la banda) y Sykes mismo es quién al final asume las responsabilidades vocales saliendo muy airoso en su performance. En cuanto a los temas, son dinámicos y fluídos en plan hard rock inglés pero no exento de algún guiño al americano que "reinaba" en esos años caso de “Sex Child”, un punto mediocre, pero todos los demás vibran al compás de la inquieta viola de Sykes apuntalado tremendamente por la titánica sección rítmica que lo secunda como ocurre en “Riot” (Que tiene un aire al KISS ochentero en su coro). El punto más alto de la placa lo vemos en la enorme “Valley Of The Kings” (Curiosamente coescrita por Tony Martin, el ex vocalista de Black Sabbath) y el clima logrado arrima la misma al de discos como “The Eternal Idol” con marchas densas rematadas - a partir de 06:00 - con unos coros tremendamente épicos y que estremecen. “Jelly Roll” es una oda simpática sureña con acústicas y el tema título es otro momento muy logrado en donde especialmente Appice hace despliegue de su demoledora pegada tras los parches. El fantasma de su ex banda lo persigue a John (¿A propósito?. Creo que sí) en temas como “Out Of Love” en plan balada o en “Black-Hearted Woman”. Otros momentos destacables son “Billy” en donde Sykes vocalmente se arrima a Phil Lynott (A quién le dedica el disco en el booklet) o el epicismo de casi siete minutos que se esgrime en “Ptolemy” con barnices del Rainbow de “Rising” cruzado con – nuevamente – cosas del Black Sabbath de los ochentas. Nueve temas en cincuenta y dos minutos, “Blue Murder” es un disco consistente que no fue recibido muy bien por la crítica mayoritariamente ya que había saturación de este formato de bandas pero en lo personal considero que John Sykes ha sido un músico bastante subvalorado (Si bien el tenía sus arranques de ego, otro clissé de algunos guitarristas de esa camada). Sin él Coverdale no hubiera logrado conquistar Estados Unidos en 1987 y aquí muestra que es un gran compositor de hard rock y aún un mejor guitarrista. 

Calificación: 8.5/10