(Foto: Martín Gasa)
Frase del show: No la hubo, por ende mutamos a "Imagen del show". Los cuatro integrantes de la banda viendo como un fan más a los grupos soporte y la completa amabilidad hacia los fans.
Lo que presencié el viernes fue demoledor. El día no ayudaba con una humedad de mierda y en mi caso dolor de bocho por la misma desde la mañana, pero siempre que Gerardo con Pacheco Records organiza algo vale la pena y me mandé para Club V. Así desembarcó este cuarteto Belga de speed/thrash metal, son muy jóvenes (Lo comprobé cara a cara hablando con ellos) tienen un EP y un nuevo disco "Pulses Of Pleasure" que editó el sello europeo Napalm Records (Aquí lo lanzó Pacheco a un precio muy asequible). Mientras algunas bandas que ellos veneran acusan los años de paso a ellos se los ve plenamente conscientes de su momento: hacer pinitos de a poco, transpirar, dejar todo, actitud, embarrarse en el buen sentido, y poner huevos para usar algo más futbolero. Pero antes tocaron dos bandas nuestras, Interceptor que con su onda Running Wild tocó temas de su disco y Metaluria, una banda más speed y que la verdad merecen un disco debut. Ambas gozaron de un sonido excelente, cosa que no ocurre frecuentemente con quienes telonean. A eso de las 21:15 bajan los tipos por entre nosotros con sus instrumentos encima, setean todo y sin preliminares Club V fue un tornado de violas, de temas acelerados, apasionados y METALICOS tocados por una banda en llamas que en vivo me gusta más aún que en estudio. No paraban de headbangear, corear apasionadamente comandados por Joe (Voz/Guitarra). La gente se enganchó con tamaña adrenalina y hubo lindos pogos. Su set en buena parte estuvo centrado en "Pulses Of Pleasure" el sonido fue excelente a la que agregaron incendiarios covers de Exciter ("Violence And Force") y de Venom ("Witching Hour") respectivamente. Lo que más me gustó en cuanto a la banda fue el tremendo despliegue de Senne Jacobs, un baterista impresionante, jovencísimo que era una turbina en todo, su manejo de doble bombo, los golpes y hasta ponía cara de joven sonriente mientras desafiaba las leyes de potencia ejecutando su instrumento. Algo muy raro de ver... como que no le costaba tocar algo que parecía muy demandante y lo disfrutaba. Sam Lemmens en la otra viola escupía riffs bien ochentosos haciendo buenos tandems con Joe (Que constantemente arengaba a la audiencia con "Hey motherfuckers! Come On!"). Una hora y nos pasaron el trapo. Así nomás. Termina el show y se quedan charlando con la gente, sacandose fotos, firmando CDs, lo que sea. Es lindo ver este tipo de actitudes cuando ya estamos acostumbrados a ciertas bandas que mantienen distancia para con quienes los siguen. Club V esa noche fue arrasado y ojalá vuelvan. Los que los vimos no lo olvidaremos nunca más.
Calificación: 9/10