Lo que vas a leer en este espacio como dice ya el título no es una review del evento. Sino una descripción, enumeración y crítica de cosas que acontecieron el Sábado 2 de Mayo en "Ciudad Del Rock". Este lugar era el viejo y querido "Interama" (Que luego pasó a llamarse "Parque De La Ciudad"), en los ochentas sino era el parque de diversiones más importante de América del Sur le pegaba en el palo. Por desgracia el destino quiso que quedara en el abandono, tanto los juegos como el predio (MUY espacioso) y hace unos años se lo replanteó como espacio para ciertos recitales de rock. Sito en Villa Lugano (Sur de la Capital Federal) no sabía con qué me iba a encontrar pero no me iba a perder a los tres MONSTRUOS (Con sus últimos cartuchos para disparar, tipos con 40 años de carrera o más): Motörhead, Judas Priest y Ozzy Osbourne. Jamás se vió en Argentina una grilla tan emblemática y emocionante si te gusta el metal de esa época. Sin mucha expectativa (No soy muy fan de Ozzy, si de Judas y me encanta Motörhead) fuimos en el auto de un amigo hacia "Ciudad Del Rock". El primer escollo fue la entrada vehicular. La ORGANIZACION no se tomó la molestia de preveer el flujo de gente que iba a ir hacia Lugano lo cual en un momento para entrar al estacionamiento del lugar (Con capacidad para 9000 coches) se volviera una pesadilla. Gente que se colaba, maniobras peligrosas (Se invadía el carril de Metrobus con este operando), coches a contramano, todo retrasó y puso nervioso a algunos al volante.
En nuestro caso optamos por dejarlo fuera del recinto ya que de seguir esperando nos perdíamos a Motörhead. Ese día y el anterior llovió copiosamente, a la tarde por suerte paró... pero el barro invadió tanto las adyacencias, las zonas de entrada y ciertas partes de "Ciudad Del Rock" (La parte trasera de las plateas era un lodazal). Al acercarme, el cacheo fue un chiste: podía entrar con una ametralladora que no se daban cuenta. Y yo fui... ¡A platea!. El público luego de entrar lógicamente se quería echar un meo antes de posicionarse y no hubo baños químicos que alcanzaran, lo cual hizo que decenas de personas se echaran un cloro a los costados en donde hubiera algún verde. Llego a mi "platea", un asiento de plástico todo mojado en una platea tubular que se movía más que la vieja popular de madera de la cancha de Ferro visitante para los que la llegaron a conocer. Puedo sonar a vieja quejosa a esta altura pero si hay una ORGANIZACION no pretendo que salga todo perfecto sino que algunas de estas cosas se MINIMICEN, más si se pueden hacer en la práctica.
Retrocediendo un tanto me han llegado comentarios que la desorganización se extendió a gente que retiraba la entrada en el momento del show (Tal es el caso de MUCHA gente que viene de las Provincias o países limítrofes), no estaba señalizado el lugar de retiro, algunos iban al de "venta de entradas" lo cual demoró a esta gente y no extrañó que a las 17:20 cuando empezó Motörhead uno presumiera que había aún bastante gente afuera. Respecto a la división del campo no voy a emitir un juicio ético si el VIP o no VIP (Se extiende a casi todos los shows grandes hace años) pero a la postre generó más molestias en este caso. El Campo Común estaba repleto y mucha gente maniobraba para pasar al VIP (La mitad para adelante del lugar). Algunas personas que estaban en la frontera del VIP recibieron agresiones, escupidas, cuando ya mencioné que la práctica es común desde hace años y no viene al caso acá.
El sonido al ser un lugar abierto y amplio se vió desfavorecido por los vientos del día, estimo que los que estaban en el Campo VIP tuvieron la mejor parte, de las plateas para atras iba y venía. Lo bizarro fue en buena parte del set de Motörhead escuchar una radio (?) que interfirió con el sistema de sonido (Parecía ser el relato radial del San Lorenzo Velez que se jugaba irónicamente no muy lejos del lugar). Con Judas Priest se repitió pero mucho menos. Por momentos me acordé de la película "Spinal Tap" (¡Veanla si no lo han hecho!). Para la salida el lugar (DENTRO) estaba escasamente iluminado y uno deambulaba entre el barro y el olor a meo (Más los que se fueron a mandar otra ronda).
Para que no sea tan anti, algo de las bandas: TRES GRANDES. Lemmy y sus 70 años se sienten pero emociona verlo ahí estoicamente rodeado de dos musicazos. Judas fue lo mejor de la noche pero en donde estaba el viento hizo estragos. Halford lo dió todo y me emocionó ver en el último tema como quedó cantando de rodillas casi entregando el alma a la gente. Ozzy confirmó su carisma y oficio de gran entretenedor y tipo que la tiene clara para hacer un show, la gente se enganchó con el y el manguerazo tradicional del "Madman" lo ligaron al final los fotógrafos acreditados al evento. Me quedo con eso: vi a los tres juntos, en sus etapas finales, íconos del metal. ¿Si las cosas se hubieran ORGANIZADO mejor?. La hubiera pasado mucho mejor.
Para terminar, se sabe que los shows a estadio abierto son jodidos, sea con los accesos, sonido apropiado, y logística. Pero este dejó mucho que desear. No pretendo perfección, pero acá hubo cosas que no puedo dejar pasar. Voy a shows desde 1991, puede que la edad me haga más crítico y antes ciertos aspectos los pasara por alto pero acá hubo muchos y en simultáneo. No iba a escribir pero cuando en la semana empecé a leer algunas quejas de gente mucho más jóven que yo me lancé a hace esta "Anti Review". Luego de esto, más motivado que nunca para ver fechas de bandas nacionales que tocan en lugares chicos y hacen las cosas bien, por amor a la camiseta.
Y en mi caso con varios "Monsters" encima, cuelgo los botines. No es lo mío ya (Pero no me iba a perder a esta trilogía mortal)