jueves, 25 de septiembre de 2008

MELIAH RAGE "Unfinished Business" (2003, Thrash Metal)


Tratándose de mi banda favorita en todo el metal, debía esta review que se me pasó por alto más que nada por distracción y por la naturaleza del CD. Ya que “Unfinished Business” no es un álbum propiamente dicho sino una sumatoria de demos, mayoritariamente grabados en el período comprendido entre la expulsión del grupo por parte del sello Epic hasta la búsqueda (infructuosa) de un nuevo sello antes de 1996. El sello Screaming Ferret Wreckords compiló los mismos y se encargó de este lanzamiento en el 2003.

La base rítmica que grabó los tres primeros discos no está (Stuart Dowie y Jesse Johnson), son sustituídos por Sully Erna (Quién luego cantaría en la banda Godsmack) y Keith Vogele. Se abre el disco con un tema 100% Meliah Rage, “Mind Stalk” lleno de riffs agresivos pero que mantienen la armonía y la melodía, y un vocalista que calza perfectamente con la música (Mike Munro, a quién podríamos definir como un “James Hetfield más melódico”). Pero en “Moment Of Silence” y “Ruthless” uno advierte que era lo que estaba pasando en el seno de la banda en cuanto a su orientación musical: antes las composiciones eran efectivas, fluídas y pegaban directo al oyente, y en estos dos temas se advierte claramente al escucharlos como los temas intentan ir a una dirección para cambiarla a los treinta segundos (En “Moment Of Silence” es más que evidente). Pese a ello los temas son contundentes y retienen algo del sonido madre de la banda.

En el resto de los temas, que son muy buenos, se nota básicamente lo mismo: es Meliah Rage pero una composición que pinta para el gol del campeonato amaga para un sonido más machacoso, o más técnico, como si hubieran intentado probar con otros matices de thrash a fin de seducir sellos para obtener un contrato. Afortunadamente “Blacksmith” con unas armonías en el estribillo que ESTREMECEN y el muy headbangero “Possessing Judgement” y su riff inicial que recuerda al de “Deadly Existence” de su debut son las excepciones ya que tienen ese feeling tan personal en las violas más la excelente voz de Munro, dando la impresión de que serían la continuación lógica del disco “Solitary Solitude” y logran los dos mejores momentos de este compilado de demos.


Se repite el sindrome de no definición musical en “Violent Force” : voces desconcertantes, coros gritados y falta de melodía por tratarse de una banda de este calibre. Afortunadamente “Season To Kill” y su cabalgata rítmica en la línea de “Kill To Survive”, más algunos rebajes y machaques simpáticos, levantan la cotización de este “asunto pendiente” pero el saldo final es el que casi mantiene la constante en la mayoría de los temas. Era muy obvio que les dolió la partida en Epic, y se replantearon musicalmente cosas que no eran necesarias de modificar. Ellos no estaban equivocados, el grunge vendía, y a proposito de ello, el ultimo track es un reportaje a Anthony Nichols en donde cuando se le pregunta el porqué de la salida del sello dice “Grunge killed Us” (El Grunge nos mató).

Un disco que dificilmente interese a quienes no son fans del grupo por su falta de homogeneidad, si bien hay mucha fuerza, melodía y buenos ejecutantes.

Calificación: 7/10

viernes, 19 de septiembre de 2008

METALLICA "Death Magnetic" (2008, Thrash Metal)


Debo confesar que ante tanta expectativa y siendo Metallica la banda que me inicio en el thrash metal cuando era adolescente ya hace casi 20 años, esperaba un trabajo en plan “Load” o mismo “St. Anger” tras sus ultimos años con un estilo totalmente opuesto al que los llevó a la cima del mundo. Error. La banda de Lars Ulrich en esta “muerte magnética” abraza con su propuesta musical a todos aquellos fans que huyeron despavoridos tras comprar y escuchar “Load”, “Reload” y “St. Anger”. Era hora pero nadie daba un peso o imaginaba esa vuelta a las raíces en cuanto a la esencia de su propuesta. Y en esto encontramos factores cruciales: a la cabeza está el sonido y riffs oscuros que reaparecen en la totalidad de los temas. Hay machaques, aceleres, cortes, y una sensación de que es un disco enojado. La producción de Rick Rubin resalta lo más crudo, con algunos defectos (Platillos y redoblantes un tanto saturados, más adelante sigo), pero que no llegan a restar en el resultado final.

,That Was Just Yor Life” con su adictivo rítimo sostenido por la guitarra rítmica de Hetfield y “The End Of The Line” ya ponen en aviso de lo que precede. "Death Magnetic" se deja escuchar con una fluidez increíble, máxime teniendo en cuenta que los temas promedian los ocho minutos de duración. En “Broken Beat & Scarred” resalta el gancho de riffs logradísimos con una base aplastante. Hay un dejo de cosas del tema “Fade To Black” en el excelente “The Day That Never Comes” sin ser un copiar pegar de este, y ciertos guiños a los riffs oscuros de Slayer en el inicio de “All Nightmare Long” con las violas de Hetfield/Hammett bien aplastantes y esquizoides. Pese a que se vuelve al sonido más emparentado a lo que Metallica hacía en el pasado, en “Cyanide” hay guiños al álbum negro y a cosas de “Load” pero la densidad prevalece por sobre la melodía y conviven juntas, hasta dando la sensación de que se retroalimentan. ¡Y se escucha algo a Robert Trujillo! (Que en la mezcla salió perdiendo, su instrumento es casi inaudible).

Al ver que incluían un “The Unforgiven III” me imaginé lo peor, la continuación solo pasa por la conexión de las letras de las dos partes anteriores ya que en lo musical, solo la introducción con el piano y esos climax de tristeza que tan bien enhebran hay conexión, el resto es una balada densa con nuevamente reminiscencias de cosas de “Load” y de “Metallica” y la banda con ejecuciones ajustadas, duras y secas.

Es muy llamativo que en casi todos los estribillos del disco sean “recordables”, sin llegar a ser más asimilables y empalagosos como en “Metallica”, a eso llamo reinventarse. Si bien menciono constantemente dos álbumes anteriores, “Death Magnetic” toma ingredientes de dichos trabajos, los mastica, y los incorpora a su sonido más tradicional que era el que TANTO se extrañaba.

Y los resultados son muy buenos: “The Judas Kiss” es otra trompada de energía con su estribillo más las violas epicas y cortes que machacan secamente a la par de un Lars Ulrich que toca como hace rato no lo escuchaba. Hetfield canta entre su voz más “melódica” y la más “thrashera”, si bien aparece relegado en la producción es otro factor que hace asociar al oyente más a este CD con su etapa de los ochenta, como para refrendar esto hay un instrumental a medio tiempo de más de nueve minutos titulado “Suicide & Redemption”, en donde las violas suenan con más vibrato y menos aspereza sin sacrificar ataque en los machaques, con algunas guitarras gemelas que le guiñan a Iron Maiden.

Mejor tema para cerrar este disco, imposible. “My Apocalypse” es 100% thrash metal y hará sacudir muchas cabezas con sus guitarras despiadadas que de a poco se van volviendo en tenazas junto a la bata de Lars (Que acá le pega como en sus más inspirados momentos) para así sacudirte por los cuatro lados. Densidad, voz enojada (Hetfield en un momento parece Tom Araya, escuchen de 02:10 a 02:24), cortes, y esos machaques secos que han hecho de Metallica una de mis bandas favoritas de todos los tiempos. “Death Magnetic” es un regreso a todo, basta ver el logo viejo del grupo en la tapa y el arte sencillo y de blanco, con la tumba. No están para nada muertos, esto es – a mi criterio – aún mejor que su disco más reconocido. Este “Album Blanco” tiene mucha más oscuridad que aquel gran “Album Negro”. ¡Se te extrañaba, Metallica, gracias por este disco!

Calificación: 8.5/10

martes, 2 de septiembre de 2008

HOLY TERROR "Mind Wars" (1988, Thrash Metal)


En mis raids en búsqueda de material que no se editaba acá y en plena adolescencia, la gente de “In Rock” me graba este cassette (Cuya review salió en el número 1 de Madhouse). Años después obtuve el CD y hasta una edición de CD doblecon el primer disco (“Terror And Submission”) remasterizado y este siguiendo el mismo destino. Para 1988 el thrash estaba muy a tope, había miles de bandas: algunas velocísimas, otras más técnicas y a medio tiempo, o directamente bombas nucleares como Slayer y su “Reign In Blood”. Holy Terror era sin dudas thrash metal pero con ingredientes muy interesantes: velocidad, sonido “gordo”, un vocalista que encajaba espectacularmente con la banda y composiciones interesantísimas que tomaban un poco elementos de Iron Maiden o el hard rock más agresivo. Es un CD dificil de describir (lo cual ya es un mérito), y definitivamente hay que escucharlo y prepararse para recibir una monumental paliza de thrash metal.. Además del ya mencionado vocalista Leith Deen – Que lisa y llanamente es un Ronnie James Dio atacado por rabia - los dos violeros (Uno de ellos el ex Agent Steel Kurt Kilfelt, fundador de la banda, el otro Mike Alvord) son los que comandan la aplanadora que representa este laburo.


“The Inmoral Wasteland” no va a los pedos pero es el que más retiene el espiritu metálico de los 80's, otros como el DSECOMUNAL tema dividido en tres momentos INOLVIDABLES ("A Fools Gold"/"Terminal Humor"/"Mind Wars"), “No Resurrection”, o “Damned By Judges” llegan a poner al oyente en un alto grado de tensión y adrenalina. Y saben cuando poner el freno para que las partes más aceleradas se hagan desear (el abridor “Judas Reward”). Las letras de los ocho temas son de alto contenido anti católico, sin caer en el satanismo. Lamentablemente la banda no tuvo mayor repercusión, salvo una gran gira junto a D.R.I. y Kreator por todo Estados Unidos.


Siempre los consideré uno de los grupos más poderosos y peculiares del género, por su uniquísima manera de amalgamar un thrash decididamente violento y chocante, con armonías y arpegios que no empalagan.

Ganan la guerra por afano. MUY recomendado.

Calificación: 9/10