Cuatro músicos norteamericanos se juntan para conformar una de las agrupaciones más espectaculares que arrojó la historia del rock.
A uno podrá o no agradarle Kiss, pero es innegable su influencia en toda una generación de músicos y fans. Añadieron una estética e imagen inusual para la época (En donde el glam neoyorkino imperaba), con diversas caracterizaciones en vivo y posteriormente escenarios imponentes.
"Kiss" (El álbum) está repleto de lo que serían clásicos de la banda ,y por sobretodo muestra a una banda en estado crudo y con hambre de gloria. Basta verificar estas cosas con el arranque vibrante de "Strutter" (Que se extiende a todo el tema), o el rock a flor de piel de "Nothin' To Lose" (Con Peter Criss haciendo coros). "Firehouse" es un tema pesado y enojado, coronado con sirenas de bombero en su desenlace (Momento que sería utilizado por Simmons en vivo para hacer su impactante show de lanzallamas).
El disco es us un himno tras otro: la vibración nata de "Cold Gin", las interpretaciones a diente apretado en "Let Me Know" y "Deuce" (El riff de este último es memorable), más entusiasmo y juventud con "100.000 years" (Vaya ironía para el título).
Cierra esta placa uno de los temas más clásicos de toda su historia, un esencial en la discografía de los máscaras: el excelente "Black Diamond" (En donde Criss asume las voces). Los músicos no son brillantes ni pretenden serlo: el conjunto se luce por sobre las individualidades, pero hay ciertas cosas a destacar: Ace Frehley es uno de los violeros más rockeros que he escuchado en mi vida y el baterista Peter Criss suena muy sólido en sus pegadas y despliegue en ejecución. Irónicamente (parte II), hago mención a ellos sin reparar en que se arruinarían la vida años después con excesos de alcohol y drogas. La dósis de melodía y gancho siempre la aporta Paul Stanley con su voz distintiva y capacidad nata de lograr estribillos pegadizos. Simmons es un vocalista enojado y un correcto bajista (Escuchar "Love Theme From Kiss"), pero es el Kiss en el cual la imagen resalta más siendo el interprete más discreto de los cuatro.
Con este debut, Kiss ya amenazaba en no ser meramente un beso.
Calificación: 8/10
A uno podrá o no agradarle Kiss, pero es innegable su influencia en toda una generación de músicos y fans. Añadieron una estética e imagen inusual para la época (En donde el glam neoyorkino imperaba), con diversas caracterizaciones en vivo y posteriormente escenarios imponentes.
"Kiss" (El álbum) está repleto de lo que serían clásicos de la banda ,y por sobretodo muestra a una banda en estado crudo y con hambre de gloria. Basta verificar estas cosas con el arranque vibrante de "Strutter" (Que se extiende a todo el tema), o el rock a flor de piel de "Nothin' To Lose" (Con Peter Criss haciendo coros). "Firehouse" es un tema pesado y enojado, coronado con sirenas de bombero en su desenlace (Momento que sería utilizado por Simmons en vivo para hacer su impactante show de lanzallamas).
El disco es us un himno tras otro: la vibración nata de "Cold Gin", las interpretaciones a diente apretado en "Let Me Know" y "Deuce" (El riff de este último es memorable), más entusiasmo y juventud con "100.000 years" (Vaya ironía para el título).
Cierra esta placa uno de los temas más clásicos de toda su historia, un esencial en la discografía de los máscaras: el excelente "Black Diamond" (En donde Criss asume las voces). Los músicos no son brillantes ni pretenden serlo: el conjunto se luce por sobre las individualidades, pero hay ciertas cosas a destacar: Ace Frehley es uno de los violeros más rockeros que he escuchado en mi vida y el baterista Peter Criss suena muy sólido en sus pegadas y despliegue en ejecución. Irónicamente (parte II), hago mención a ellos sin reparar en que se arruinarían la vida años después con excesos de alcohol y drogas. La dósis de melodía y gancho siempre la aporta Paul Stanley con su voz distintiva y capacidad nata de lograr estribillos pegadizos. Simmons es un vocalista enojado y un correcto bajista (Escuchar "Love Theme From Kiss"), pero es el Kiss en el cual la imagen resalta más siendo el interprete más discreto de los cuatro.
Con este debut, Kiss ya amenazaba en no ser meramente un beso.
Calificación: 8/10