viernes, 28 de septiembre de 2007

TWISTED SISTER “Come Out And Play” (1985, Hard Rock)


Esta review tiene un gran componente emotivo. En Febrero de 1986 tuve la suerte de viajar con mis padres a Nueva York y a Europa (Inglaterra, Francia e Italia específicamente). Yo ya era un gran fan de Twisted Sister porque me había comprado “Stay Hungry” en cassete nacional el año anterior. Iba a cumplir 14 años de edad en pocos días.

Hete aquí que en un supermercado de Londres, a cinco cuadras de “Trafalgar Square” me encuentro con un cassete de Twisted Sister que decía “Come Out And Play”, me volví loco de remate. ¡Nuevo disco!. Sacando el enorme cariño que le tengo a Twisted Sister y a este disco en particular, y poniendome a escribir esto 20 años después de escucharlo por primera vez, sostengo lo mismo que cuando era pendejo: Este es el mejor disco de los tipos junto a “Under The Blade”. La prensa en aquella época lo mató con malas críticas de todo calibre, entre ellas que los temas eran flojos y más comerciales. Para caldear más el panorama fue un fracaso comercial en el mercado. Extramusicalmente criticaron el "cambio de imagen" de la banda (Más sofisticación y menos primitivismo).

“Come Out And Play” vendió “sólo” 500.000 discos en USA (Certificación de Oro) contra 2.500.000 de “Stay Hungry” (Certificación de Doble Platino). En Europa le fue muy bien, pero sabemos que en el viejo continente se concentran más en la música que en las modas, como debería ser y nunca fué en el otro lado del Atlántico. El disco se abre con el tema título, un hard rock que luego de una intro se acelera bastante, con la banda sonando como nunca antes, un chispazo fulminante. La producción de Dieter Dierks es excelente, dotando a la banda de un sonido más moderno pero en absoluto comercial. “Leader Of The Pack” es un cover de , fue el single y video de promoción del disco. La versión es simpática y nada más. Es el tema más flojo de todo el disco y menos se entendió el porque de su elección como tema de difusión. ¿Tanto costaba promocionar uno propio?.

Le preceden una seguidilla de hard rocks inolvidables: el gancho total de “You Want What We Got”, la potencia y dientes apretados en “I Believe In Rock And Roll” y la densidad y pesadez de “The Fire Still Burns” uno de los mejores temas del disco. Dee Snider canta excelentemente en todo el álbum, con ese timbre vocal tan propio que posee. El tándem de violas cumple, es correcto y nada más (Jay Jay French & Eddie Ojeda), y como siempre A. J. Pero es el músico que más se destaca, su performance tiene mucho de swing, polenta, despliegue con los palillos.

“Be Chrool To Your Scuel” es un tema raro por donde uno lo mire. En primera instancia debió ser puesto con ese estúpido título a causa del P.M.R.C. (El centro de censura de aquella época que intervenía en álbumes con letras supuestamente indecentes, encabezado por Tipper Gore), siendo su verdadero nombre “Be Cruel To Your School” (Se cruel con tu escuela). Este tema es un rock lleno de músicos invitados, junto a Dee canta el resurgido Alice Cooper, toca el piano Billy Joel, Brian Setzer tocó unos solos de viola, hay secciones de viento de Clarence Clemons, dando como resultado un tema muy energético y rockero. Se grabó un video, que terminó siendo sacado del aire por M.T.V., supuestamente por ser "muy fuerte" (Prendan la TV a cualquier hora y verán cien cosas más violentas que este video).

“I Believe In You” cuenta con otro conocido haciendo coros: Don Dokken (Amigo personal de Dee Snider). Se trata de una semi balada con una letra muy interesante en donde se insta a tener una actitud valiente frente a las adversidades de la vida. Y vuelve una seguidilla de temas potentes, convincentes, con gancho de la mano de “Out In The Streets” y “Looking Out For Number One” ambas con muy buenos coros. “Kill Or Be Killed” es un tema bastante rápido, furioso, Snider canta muy agresivamente y la banda pareciera estar tocando Heavy Metal en vez de Hard Rock. Uno de mis tracks preferidos del disco.

La cosa se cierra con un tema largo, lento y denso: “King Of The Fools”, recuerda mucho a algo del Black Sabbath de “Born Again”, o de ciertos temas del disco solista de Iommi “Seventh Star” por los teclados atmosféricos que se incluyeron en él. No puedo ser muy objetivo, este disco me encantó, a mucha gente ni fu ni fá.

Decidan ustedes.

Calificación: 9/10

miércoles, 26 de septiembre de 2007

DISINCARNATE “Dreams Of The Carrion Kind” (1994, Death Metal)

Luego de sus renombradas intervenciones como guitarrista junto a Death, Obituary y Cancer, en donde gracias a sus ejecuciones las bandas mencionadas tuvieron un toque distintivo, James Murphy no sólo se conformó con gozar de su reputación como intérprete sino que por primera vez formó su propio grupo. A inicios de 1992 empezó a buscar músicos, y así aparecieron el vocalista Bryan Cegon y el guitarrista Jason Carman (De la banda Infernus)

Roadrunner le ofrece contrato de grabación, pero pese a no contar con bajista (Murphy se encargaría del mismo en estudio), vuelan a Gales y bajo la producción de Colin Richardson (Carcass, Napalm Death, Fear Factory entre otros), se graba este disco, el cual tuvo excelentes críticas en revistas como “Metal Maniacs”. “Dreams Of The Carrion Kind” tiene la impronta de James Murphy, pero se advierten en casi todos los temas influencias de los grupos en donde tocó las seis cuerdas, con una salvedad: la constante presencia de un sentimiento muy "doomesco”, oscuro y hasta retorcido.

Por eso no extraña encontrar temas que recuerden al disco “Cause Of Death” como “Soul Erosion” y “Entranced”, en donde predominan los tiempos medios remarcados por un muy repiqueteante doble bombo. Hay temas con mayor velocidad – sin llegar a ser frenética - como “Stench Of Paradise Burning” o el excelente “In Sufferance”, en el cual algunos blast beats se entrecruzan con machaques y trabazones.

También hay secciones más lentas en temas como “Beyond The Flesh” (Con John Walker de Cancer como invitado para los coros), lleno de matices grises, opresivos con algún cuele de velocidad esporádico que recuerda a Death, o mismo “Soul Erosion” con guiños a Bolt Thrower por su pesadez y pompa. Uno de los mejores temas es “Monarch Of The Sleeping Marches” en donde los violazos de Murphy atacan lentamente y con mucha melodía en su bridge, mechándose blast beats con pasajes más intrincados en el resto del track. De invitado aporta coros Aaron Stainthorpe (My Dying Bride, marche un inglés más)

Todos los solos de guitarra en este disco son espectaculares. Murphy se mueve como pez en el agua con ese estilo eléctrico, relampagueante y melódico. Si tengo que elegir el mejor momento, me quedo con todos los que ejecuta en “Deadspawn”. El CD se cierra con un outro llamado “Immemorial Dream”.

“Dreams Of The Carrion Kind” se editó nuevamente en el 2004, remasterizado, con bonus tracks (El demo que grabó previamente a este disco, producido por Scott Burns, y con Alex Marquez tras los parches).

Gracias a esta edición accedí a esta banda y muy buen laburo. Se nota que es un debut muy bueno en el cual se percibe claramente que James hace su primera experiencia como “líder de banda” y no como integrante que se limita a tocar la guitarra.

Al poco tiempo la banda se separó. Los hechos posteriores no ayudaron a que Disincarnate se “reencarnara”. Murphy llegó a tocar en Testament (Vino con ellos a Buenos Aires durante 1994 para la gira presentación de “Low”, disco en donde participó), pero en 1999 vendrían los golpes más duros para él.

Con un contrato de Nuclear Blast bajo el brazo, se encontraba trabajando en nuevo material para editar un nuevo CD de Disincarnate. Tenía su propio estudio en Oakland, pero repentinamente James perdió completamente la memoria.

De repente quedó sin hogar y el equipamiento de su estudio fue robado. En el 2001 llegó lo peor: se le detectó un tumor benigno – afortunadamente encapsulado – entre la glándula pituitaria y el cerebro, el cual entre otras cosas le provocaba las pérdidas de memoria.

El 70% del mismo fue removido, pero el 30% restante persiste, teniendo que tomar Murphy por el resto de su vida una medicación llamada “Parlodel”, sin mencionar las cirugías mayores y altas expensas a pagar por el tratamiento.

Veremos si con el tiempo se ve un nuevo disco de este talentoso guitarrista y su banda. Está en manos del destino.

Quienes deseen escribirle a James Murphy, por favor visiten su sitio.

http://www.msanthrope.com/jamesmurphy

Calificación: 8/10

CORONER “R.I.P.” (1987, Thrash Metal)


Mi inicio a esta banda suiza fue en 1990 gracias a los servicios de la disquería Excalibur. Solicité algo que sonara “Como Celtic Frost” y me grabaron este disco a cassette. Años antes había leído una nota en la revista “Metal” en donde hablaban maravillas del demo “Death Cult” (En donde el mismísimo Tom G. Warrior cantó). “R.I.P.” es un excelente disco de thrash metal que por momentos suena al rojo vivo y afiladísimo. Sin ir a los pedos como Dark Angel, ni llegar al grado de complejidad de colegas como Mekong Delta, Coroner supo dejar su huella gracias a este debut. Luego de una bellisima intro de piano Tommy T. Baron empieza su ataque de riffs cortantes y melódicos con “Reborn Through Hate”, demostrando que es el pilar de la banda y el eje por donde gira toda la música de Coroner. El primer riff de “When Angels Die” se anota en el top ten de lo mejor en la historia del thrash, remitiendo al viejo Megadeth pero mechado de toques clásicos en los punteos de viola. Con “Intro (Nosferatu)” y “Nosferatu” la banda llega a tope con Baron brillando con sus punzantes y filosos punteos que abarcan desde acústicas hasta cabalgatas memorables de riffs y sólos en plan “So Far So Good... So What!” con certeros cortes de ritmo. La sección que va de 01:36 a 02:08 es memorable, épica e inigualable, con unos teclados que dan la sensación de estrolarse contra un murallón. Vuelven a una veta más técnica y vertiginosa con “Suicide Command” (Un tema incluído en su primer demo), el cual acusa influencias de Celtic Frost con violas que son pura dinamita. Ron Royce (Bajista y cantante) le imprime a su voz un tono enojado sin sonar furioso, poniendo énfasis en la enunciación que en el grito desaforado. Los fantasmas del primer Iron Maiden en versión thrash sobrevuelan durante todo “Spiral Dreams”. El tema título, “Coma” y “Fried Alive” son temas vibrantes/intensos que mantienen las pulsaciones del oyente en un nivel muy alto pero que no se destacan tanto como el resto de los tracks ya mencionados. El disco se cierra con el desnucador “Totentanz”, que cierra el disco a puro palo. Coroner es un trío sumamente intenso, técnico, su thrash incluye arreglos inesperados, cortes y mucha adrenalina. La banda se volvería muy conocida en Europa. Sacaron varios discos de muy buen nivel pero a mi gusto ninguno igualó el impacto que generó este glorioso clásico (oculto) del género. Si bien algunas influencias de Celtic Frost y el viejo Megadeth son facilmente advertibles, la musica de esta banda te manda al “forense” sin escalas ni boleto de vuelta.

Calificación: 9/10

AT WAR “Retaliatory Strike” (1988, Thrash Metal)



Luego de un explosivo álbum debut en donde atacaban con temas muy en la vena de Mötorhead y Venom, el trío viaja a Nueva York para grabar este segundo disco junto al renombrado Alex Perialis tras la consola. El resultado es otro muy buen trabajo lleno de agresión y temas arrolladores, pero sin tanta “mística” como los temas que conformaban “Ordered To Kill”. “Retaliatory Strike” sigue manteniendo un clima “bélico” tanto con las letras - Algunas de ellas con alto contenido político y social - como con la música que es muy agresiva y no defrauda. Uno de los mejores temas es “Gutless Sympathizer”, rápido, filoso y “Motörheadesco”. “Church And State” sigue una linea similar (Un tanto más trabado en los rítmos), posee una letra en donde se critica la connivencia entre instituciones como la Iglesia y el Estado. Hay coqueteos con el punk y el hardcore en “Felon’s Guilt” y el breve/veloz “Thinkin’”. Todos los temas suenan ajustados, con toques de thrash de aquella época, lo cual se agrega a la fuerte influencia de Motörhead.Hay mas machaques y menos secciones rítmicas arrolladoras, riffs de Shawn Helsel atacando incesantamente en cada track, como en “Conscientious Object” “Crush Your Life” y “Creed Of The Sniper” (Con su brevísima letra “One shot! One kill! One way!”). A diferencia del CD anterior, la guitarra tiene mayor preponderancia por sobre la base rítmica, un buen ejemplo para cotejar ello es “Covert Sins”, con varios cortes y violazos puestos con precisión. “Retaliatory Strike” es un sólido trabajo, con tracks muy aguerridos que hacen honor al nombre del grupo (“En Guerra” en inglés). Como dato curioso, la tapa que se ve arriba es la de la edición CD, la original del vinilo eran unos helicópteros atacando un objetivo militar, la cual fue omitida en el relanzamiento en CD vaya a saber uno por qué. Para escuchar en pleno campo de batalla.

Calificación: 7/10

ONSLAUGHT “In Search Of Sanity” (1989, Thrash Metal)


Este álbum fue el primero que escuché de la banda, allá por Enero de 1990 me lo grabaron en cassette. Era una recomendación fija de la gente de Excalibur, que para aquellos años sí habían escuchado los discos anteriores, lo cual no era mi caso puesto que los escuché durante “la nefasta década del noventa”. Años después lo pegué en CD (Cuanto costó... de esos CDs que realmente eran figurita dificil).

Para este tercer trabajo firman contrato con un sello grande (London Records) y se ven forzados a echar a su cantante (Sy Keeler) por presiones de la discográfica, pero en su lugar ingresa Steve Grimmett (ex Grim Reaper, de gran voz y excelente manejo de las melodías. sin sacrificar potencia.

Onslaught en los sus dos primeros albumes tocaba un thrash furioso y crudo, cosa que ni por asomo se percibe en este “In Search Of Sanity”. Visto en retrospectiva, el sello pretendía del grupo un thrash más “técnico y melódico”, de tal manera de que pudiera competir contra las bandas americanas y alemanas.

Todos los temas en este nuevo disco machacan bajo una muy prolija producción, no por eso carente de potencia como para estamparte contra la pared (Riffs y batería a la cabeza).

En “In Search Of Sanity” no hay ni el más mínimo rastro que remita a las explosiones nucleares de “Power From Hell” o a la bestial ferocidad de “The Force”. Sí hay mucho thrash (melódico) con cortes, riffs, abundante electricidad en las ejecuciones y mucha depuración en las composiciones, y algunos arreglos intrincados. Algunos fans putearon y no se bancaron este giro en la música. En mi caso fue algo neutral ya que descubrí a Onslaught gracias a este disco.

Con el correr de los años, y luego de haber escuchado durante mucho tiempo “Power From Hell” y “The Force”, sostengo que “In Search Of Sanity” es por lejos mi disco preferido de la banda y a la vez puedo entender la bronca de aquellos que gustaban más del estilo más violento y vomitado.

En este nuevo disco todo es impecable y con una prolijidad sonora envidiable. Las guitarras de Nige Rockett y Rob Trotman disparan riffs/sólos con interesantes variaciones en cada track y se potencian con la batería de Steve Grice, un verdadero artillero tras los parches.

Luego de la intro más ploma que escuché en toda mi vida (“Asylum”, 5:16 de lima total compuesta por ruidos que son puro tormento), se tiran a la pileta con uno de los mejores temas del disco, justamente el tema título: lleno de cortes, melodías, con un Grimmett que sin dudas le da otra dimensión a Onslaught con su cantar potente y melódico que va de medios a agudos sin despeinarse. Los machaques no solo provienen de las violas sino que se complementan con la constante pegada que el susodicho Grice despliega en casi todos los temas, debidamente resaltada por Stephan Galfas en la mezcla y producción, siendo responsable fundamental de que muchas partes sean un diamante en bruto.

Las canciones promedian los siete minutos de duración lo cual les resta puntos, el disco realmente es una maza y da una clara impresión de que con una síntesis en cada uno de ellos el resultado hubiera sido perfecto. Los tipos igual hacen lo suyo con mucha agresividad y energía (¿Palabra clave del disco?. Si, es un disco muy “energético”), con excelentes melodías, electricidad abundante en los riffs y machaques de violas y batería.

En la joya del disco (“Lightning War”) todas las cualidades descriptas anteriormente convergen dando por resultado algo descomunal, en donde las violas de 04:14 a 04:34 y de 06:04 a 06:24 se mandan riffeos memorables junto a Steve Grice que galopa en la batería. Hay otros temas que son lentos como el eterno (Casi 13 minutos) “Welcome To Dying”, en donde Grimmett nuevamente muestra cuanto sabe manejar la garganta. En otros tracks el quinteto amalgama armonías y velocidad constante pero controlada (Caso de “Blood Upon The Ice” y “Shellshock”).

Se incluyen dos covers que son correctos y nada más: “Let There Be Rock” de AC/DC (Ya había sido grabado con Sy Keeler y lanzado como single pero Grimmett para variar le imprime más melodía, y la versión es mejor a la del EP), y “Confused” de Angel Witch, que es la excepción total del disco por su duración: menos de dos minutos.

Vuelven los galopes electrizantes de la mano de un tema que mejor nombre, imposible “Power Play”, con violas gemelas en plan Maiden (Desde 04:05 a 04:41 se mandan otra sección memorable, otro golazo).

Una review que tardé mucho más tiempo del que creía en escribir porque es un disco que me encanta pero no puedo describir con la precisión que deseaba, o la que pretendía. Los puntos flacos que cité (Temas largos, dos covers – uno ya incluído en un single - en vez de dos temas propios que hubieran sido más que bienvenidos) restan al resultado final.

Pero Grimmett con su experiencia, oficio y proezas vocales, de la mano de una banda ajustadísima y “al dente”, junto a una producción muy sólida y nítida hacen de este disco una locura inolvidable.

Calificación: 9/10

miércoles, 12 de septiembre de 2007

ATROPHY "Violent By Nature” (1990, Thrash Metal)


La primera vez que escuché algo de estos thrashers oriundos de Arizona (Estados Unidos, como Flotsam And Jetsam y Sacred Reich) fue gracias a un chileno con el que hacía tape trading. Para completar una cinta que me había enviado me grabó un par de temas de este disco. Pero ya el CD en plenos noventas estaba totalmente descatalogado. Hace dos años Displeased Records lo lanzó remasterizado, y si bien lo bajé en mp3 pude comprarlo original como para terminar de captar el sonido de la banda en este disco.

Ya hablé de “Socialized Hate” (También salió remaster) en este blog. En ese disco la banda sonaba muy fresca, agresiva y veloz, dando por resultado un thrash tradicional muy potente con ciertos toques técnicos y mucho guiño a la Bay Area de San Francisco. Para “Violent By Nature” la banda viaja a Los Angeles a grabar junto al experimentado productor Bill Metoyer.

El resultado es un disco mejor producido que el antecesor, con arreglos más trabados y logrados, pero con una gran diferencia: se extraña la fuerza que desbordaba en el debut, que aquí aparece controlada y contenida, un buen ejemplo es el track “In Their Eyes”, donde podés escuchar el mínimo detalle de cada instrumento.

No caben dudas que Chris Lykins y Rick Skowron con sus riffs y sólos son los que le insuflan adrenalina al thrash de Atrophy, logrando machaques adictivos en “Too Late To Change” que se mezclan con melodías en la voz de Brian Zimmerman (Con algo de Chuck Billy en ella). “Puppies And Friends” abre a toda potencia y machaque (Con algo de Forbidden), y la empalman con el tema título con coro al mejor estilo Death Angel. Zimmerman es muy eficiente, sabe alternar su voz más thrasher con la más melódica.

La banda suena más enojada y compacta en temas como “Forgotten But Not Gone”, el trabado “Slipped Through The Cracks” el agresivo y filoso “Process Elimination” y “Right To Die”, que con sus riffs iniciales te destroza de cabo a rabo y se destaca por encima del resto del lote y sea acaso el mejor tema del disco junto al vertiginoso “Things Change”. Curioso, el disco se cierra muy al mango. Estos tres últimos tracks remiten más a lo hecho en el disco debut y levantan el puntaje del CD.

El resto del disco está correctamente interpretado y sigue la línea de los temas ya descriptos. Si te partió la cabeza “Socialized Hate”, este CD lo hará en menor medida pero dudo en absoluto que te desagrade. Los temas tienen un pequeño defecto que no corrigieron de su debut: suenan extremadamente parecidos, lo cual es mucho decir para una banda de thrash, un género hiperenergético pero con límites musicales bien definidos.

“Menos violento por naturaleza que el odio socializado” es mi veredicto. Pero como me gusta este tipo de thrash. Lastima que una tras otra luego de segundos discos fueran desapareciendo. Pero la demanda de reediciones en CD de estos grupos (En plena epoca de downloads y crisis discográfica) habla de lo grosso que fueron los mismos para muchas personas en aquellos años.

Calificación: 7/10

lunes, 10 de septiembre de 2007

CYNIC "Focus" (1993, Technical Death Metal)


Estoy a punto de escribir mi review más dificil de toda la historia. Nunca tuve los huevos para hacerla y me moría de ganas. Hace 15-18 años cuando no había Internet, para informarme acerca de la música comprabamos revistas especializadas en heavy metal. Me gustaba mucho comprar la revista yankee “Metal Maniacs”. Número tras número se deshacían en elogios con una banda Cynic, que decían hacía un Death metal virtuoso, mezclando ejecuciones espectaculares con diferentes estilos, un híbrido que iba desde el jazz hasta lo latino/arábigo. A la vez, Chuck Schuldiner de Death convocó a dos de sus músicos para grabar “Human” (El baterista Sean Reinert y el guitarrista Paul Masvidal).

Recuerdo perfectamente cuando lo compré. Febrero de 1994. Volvía de mis vacaciones en Brasil. Fuí a Excalibur y me compré este CD. Ya en la review del disco que hizo Metal Maniacs me alertaban “Oyentes no acostumbrados a estructuras complejas, comiencen por el tema 6, salteense los primeros 5”.

La primera vez que escuché “Focus” me pareció espectacular (Aclaro que arranqué del track 1), pero efectivamente, a partir del tema 6 algo empecé a cazar. Les aseguro que al día de hoy cada vez que lo escucho, le encuentro algo nuevo, cada arreglo es impredecible, cada ejecución tiene inspiración, magia, y cientos de adjetivos más.

Cada tema de “Focus” es como un árbol que se ramifica, y de ahí salen nuevas ramas, que de repente retoman una para volver a ramificarse. Explicación limadora pero creo que es la más ilustrativa. Y las ramas de este árbol son de primera calidad, únicas, y no son para cualquier amante de cualquier árbol.

Estos 4 músicos son unos hijos de puta (En el gran sentido), están llenos de genialidad. Voy a tratar de simplificar porque la música de Cynic es tan cautivante, exótica, hipercompleja, coquetea con lo latino para bandearse al Jazz, hay voces sintetizadas de todos los colores (A cargo del mismo Masvidal) mezcladas con podridas (A cargo de un invitado llamado Tony Teegarden), cosas electrónicas en la bata y en los demás instrumentos, solos exquisitos, líneas de bajo que te hacen caer de culo con sus infinitos recursos y vueltas, cambios en las estructuras rítmicas que incomodan al oyente desprevenido, dos violeros que tiran un riff tras otro, lo mutan, amaga volver y sale para otro lado desvaneciendose.

Una banda del carajo, pero no para cualquier oyente. Cynic que es lo complejo de lo complejo, y a mi criterio fue una de las últimas bandas que le cambió la cara al (death) metal con su mega fusión de ingredientes, yendo a contrapelo del death metal de los 90’s. Desde los 15.000 arreglos/variantes y tintes hindúes de “Veil Of Maya”, seguido de mi favorito “Celestial Voyage” (Los violeros Paul Masvidal y Jason Gobel meten un riff genial tras otro mientras Sean Reinert toca jazz, fusion) son 8 tracks que se develan como un universo aparte que debe ser descubierto, palpado, respirado, analizado, con la debida paciencia. “Sentiment” es hiper complejísima, aquí se luce más la sección rítmica que incluye a un monstruo en el bajo llamado Sean Malone. No conforme con mostrar que sabe tocar “chapman stick”, se manda un solo al mejor estilo Jaco Pastorius en el enorme “Textures” (Que tiene 3450 texturas desde el death metal, lo electónico, new age, y me olvido alguno más en el tintero).

Las voces en todos los temas son aleatorias, van desde sintetizadas, “robotizadas”, limpias. No atacan: sorprenden. Si no te avivaste que esto es para escucharlo con los 10 sentidos, totalmente “focalizado” en el CD, pues directamente no lo escuchés.

“Focus” brilla tanto con sus arreglos, fusiones, experimentos, y demás, que por momentos se vuelve “hiper cerebral”, lo cual 13 años después sigue haciendo que me saque la galera frente a estos tipos, pero no me vuelen la cabeza (Como si lo hace Atheist que tiene ejecuciones más “zarpadas”).

Si buscás lo más aproximado al death metal (Sin llegar a serlo), arrancá por “Uroboric Forms”.

Pero quería que Cynic estuviera acá. Más aún que “Focus” salió remasterizado hace dos años y conseguí el CD que incluye temas de lo que luego fue una ramificación de la banda al separarse (Portal, nada de otro mundo), y tres remixes 2004 de los viejos temas, ¡¡Con los coros aún más al frente!!!

¿Qué decir?. Cada miligramo de riff, arreglo, matiz suena más nítido gracias al remasterizado del disco. Un álbum único en la historia del metal. No le den bola a mi calificación (Es sólo una cuestión de piel, me esperaba más polenta y decibeles amalgamados con todo lo anterior, igual Cynic es una MAZA) y ESCUCHENLO!!!!.

Una review desordenada, llena de apreciaciones que espero los desconcierte lo suficiente como para que vendan el alma al diablo y se hagan de este disco.

Y es un disco... que me emociona.

Calificación: 8.5/10 (Calificación Moral: 10/10)

SADUS "Swallowed In Black" (1990, Thrash Metal)


Curiosa mi historia con esta banda. En 1992 durante una de mis visitas a Excalibur, le pedí al disquero algo que sonara similar a Kreator, y me grabó este CD en un cassette muy berreta (o se grabó mal... ¡¡¡Ya ni me acuerdo!!!). Lo terminé desechando y al escucharlo 3-4 veces no me llamó la atención mayormente y hasta no me gustó. Años después le dí una segunda chance y lo escuché directamente en CD: ¡Ahí me cayó la ficha!.

Hace unos días me llegó una edición limitada del mismo en digipack remasterizado (Con excelentes resultados de remasterizado) y dos bonus tracks, todo ello gracias a el sello polaco Metal Mind (Que compró la licencia de algunos viejos discos gloriosos del catálogo de Roadrunner).

Sadus proviene de Antioch, California. Formados en 1984, sacaron una serie de demos que captaron la atención del incipiente underground extremo de los ochentas. Luego de un primer disco editado por sus propios medios, llamado “Illusions” pero que luego titularían “Chemical Exposure” al editarlo en cassette, la banda se hizo conocida por tocar un thrash muy acelerado/crudo sin perder de vista las ejecuciones intrincadas por parte de los músicos. Para este segundo álbum consiguen contrato de grabación con Roadrunner, y Michael Rosen (Conocido por sus trabajos junto a Forbidden y Death Angel) produce el disco con excelentes logros. El producto final es una banda que ataca al oyente sin parar mediante una inagotable e intensa catarata de riffs, cortes, aceleraciones, voces aguerridas e interpretaciones musicales interesantes puestas en ciertos momentos estratégicos del CD.

El “Ancho de Espada” de Sadus son sus riffs letales y demoledores. Los cuatro músicos forman un combo destructivo, solidísimo, en donde la base rítmica se lleva todo puesto gracias a dos músicos destacadísimos (El virtuoso Steve DiGiorgio en el bajo y Jon Allen en la batería), secundados por dos machacosos y precisos violeros (Rob Moore y Darren Travis, quien además es el vocalista).

“Black” y “Man Infestation” son velocidad y oscuridad all cien por cien con algún corte de rítmo “sorpresa”. Es evidente que a Sadus le sienta a gusto el velocímetro bien en rojo, uno puede llegar a inferir que con tanto tempo frenético en su música el grupo puede “perder el control” de lo que está interpretando. Esto está lejos de suceder ya que todos los tracks suenan hiper ajustados.

En el resto del CD hay matices y texturas que no se pueden dejar de mencionar. “In Your Face” lo dice todo con su título (“En tu cara”): dura 1 minuto y es a las chapas. En las primeros instantes de “False Incarnation” se nota la influencia de Forbidden por el estilo de riff elegido: majestuoso y aplastante. En los primeros segundos de “Images” amagan con iniciar un thrash “jazzeado” pero se desatan con descarga letal plagada de cortes y solos de guitarra precisos.

Se suceden más momentos de muchísimo MACHAQUE (Palabra clave en “Swallowed In Black”) de guitarras y arreglos intrincados, en temas como “Powers Of Hate”. Este frenesí y premeditación de acelerar intensamente, el cortar un track para volver nuevamente con la base volando a los reverendos pedos se repite en “Oracle Of Obmission”.

Los mejores tracks del CD son – por un lado - “Arise”, en donde la banda acelera menos y elabora más, habiendo una mayor preponderancia y presencia al doble bombo de Allen. De 04:48 a 05:50 recuerdan mucho a Revenant por el uso del medio tiempo junto a guitarras nostálgicas y filosas. Por el otro, tenemos a “Good Rid’Inz” que es puro descontrol y negrura con su sección de riffs aplastantes de 02:03 a 02:41, (Y de 03:09 al final) en donde cada viola ataca desde un flanco distinto del auricular como si fuera una ola furiosa estampándose contra una roca.

Esta edición limitada se completa con más dinamita: dos temas de su primer demo “D.T.P.” (Death To Posers... en español Muerte a los “caretas”). Tanto “Kill Team” como “Fight Or Die” son intensísimos y furiosos. Darren vocifera con una voz casi blackmetalera y la banda suena muy en la vena de Dark Angel.

Un gran disco, para muchos el pico más alto que alcanzó la banda (Incluyendo al mismísimo Steve DiGiorgio, quién luego tocaría en Death y Testament, entre otras bandas). Fans del thrash más acelerado y técnico: “traguense esta negrura” de thrash.

Calificación: 8.5/10

domingo, 9 de septiembre de 2007

DREAM THEATER "Images And Words" (1992, Progressive Metal)


Recuerdo que durante 1990 revistas argentinas especializadas (Madhouse) hablaban maravillas sobre una – por aquel entonces – ignota banda norteamericana llamada Dream Theater. Cuatro años después un compañero de trabajo y actual mejor amigo mío me volvía loco para que los escuchara pero no le daba bola. Un día de 1994 me encontraba revolviendo bateas en la disquería Thor (Galería Bond Street) y me lo compré. Fue un gran impacto para mí: el primer día lo escuché como diez veces. La propuesta iba absolutamente a contrapelo de lo que el mercado metálico ofrecía en esa 1992: thrash metal en abundancia (Metallica, Megadeth, Pantera, Sepultura), timidamente aparecían los primeros atisbos de lo que fue el movimiento grunge, y bandas clásicas que sacaban buenos y excelentes discos (Iron Maiden, Queensryche, Kiss).

Básicamente Dream Theater es una gran mezcla de lo mejor de MUCHOS estilos de la década del setenta. Hay mucho de rock sinfónico/progresivo (Yes, EL&P y Génesis a la cabeza), algo de bandas como Kansas, cosas de Rush, y otras de Queensryche por mencionar sólo algunas bandas de referencia. El mérito es que en este álbum todo se amalgama de tal forma que uno no puede hablar de robo en ningún momento.

James LaBrie es un vocalista excelente. Alterna agudos con vocalizaciones excelentes, no tiene problemas con los registros más graves. En “Images And Words” debuta a lo grande, dejando chiquito al cantante anterior (Que era demasiado “nasal” en el álbum debut “When Dream And Day Unite”). Para botón de muestra, “Pull Me Under” muestra sus virtudes cantando... y las virtudes de la banda!!!. Son músicos de excelentes para arriba, y además de componer temas excelentes, las ejecuciones rayan la perfección. En este tema hay un riff filoso que se alterna con los teclados, por momentos hay tempos de batería thrashers, y los coros recuerdan al gran Yes de “90125”.

“Another Day” es una bellísima balada que suena a FM sin serlo. Las partes de piano de Kevin Moore y el saxofón de Jack Beckestein son sencillamente exquisitas. “Take The Time” vuelve a ofrecer teclados setentosos que suenan a noventas, nuevamente coros de gran factura, partes intrincadas mechadas con otras más “accesibles”, guitarra de John Petrucci tirando solos perfectos. A mitad de tema hay una especie de zapada funk al mando de la sección rítmica a cargo de John Myung (Bajo) y Mike Portnoy (Batería) que es uno de los puntos más altos del disco y mi tema preferido.

“Surrounded” es otra hermosa balada (por ponerle un rótulo) cortada abruptamente por ejecuciones y teclados a lo Marillion con LaBrie cantando como Geddy Lee (Rush). Es el tema que más parecido suena al glorioso trío canadiense. El cierre es bellísimo, nuevamente con pasajes muy tranquilos y climáticos. Ya a esta altura el oyente queda pasmado por el equilibrio perfecto entre metal, temas que parecen comerciales pero no lo son, influencias de todos los colores provenientes de los setentas, y la excelente producción a cargo de David Prater.

Los cuatro temas restantes de la placa son los más dificiles de digerir. “Metropolis Part I” y “Under A Glass Moon” están llenas de arreglos, sorpresas, cortes, efectos, instrumentos de percusión, líneas de bajo y cualquier variante musical posible que pueda salir de una guitarra, bajo, batería y teclado. El tema que cierra dura 11 minutos (Los restantes promedian los 7-8 min.) y es sublime. El piano de Moore nuevamente nos adentra en esta perla llamada “Learning To Live”, con pasajes y climas inolvidables que tienen todos los colores imaginables (Para variar).

Con este disco, Dream Theater se posicionó en el metal. En su momento vendió 500000 copias (Seguro que hoy en día esa cifra es muy superior. Para quienes disfrutamos de “Images And Words” en esa época, ya sabíamos que iba en camino a ser una banda para cosas mayores.

Calificación: 9/10

AEROSMITH "Pump" (1989, Hard Rock)


Debo admitir que descubrí a esta banda precisamente por este disco al momento de su edición en Argentina (Ver año de edición arriba). No sabía casi nada de estos tipos, salvo el nombre en algunas revistas yankees como Hit Parader, honestamente no eran muy conocidos en Argentina (Por decir casi no conocidos). Luego me enteraría de que en sus shows convocaban más gente que Kiss en su mejor momento de la decada del 70, de los excesos faloperos de Tyler y Perry que casi más terminan con la vida de ambos, y de la existencia de álbumes clásicos como “Toys In The Attic”, ni hablar de su posterior y crucial influencia en el hard rock americano de los ochenta mal denominado “Glam Metal” (Motley Crue, Ratt, Poison, Cinderella, Faster Pussycat, etc...)

Ubiquemonos en el tiempo: Un grupo llamado Guns and Roses triunfa y se catapulta al éxito masivo de la mano del formidable álbum “Appetite For Destruction” (Que irá en algún otro post a futuro, sin dudas), muy influenciados por Aerosmith y Hanoi Rocks entre otras bandas. El lanzamiento de “Pump” (Luego del muy buen disco “Permanent Vacation”) se dá en el momento justo, gracias al suceso obtenido por los Guns. Pero “Pump” muestra quienes fueron los patentadores de ese tipo de hard rock, demostrando que estos tipos lisa y llanamente son una maquina de rockear adictiva, coqueteando por momentos con el boogie y country.

No hay un solo tema de relleno y el disco se desgrana en un clima sumamente cálido y “divertido”. En criollo: “Pump” es una maza.

“Young Lust” es una trompada energética de rock, con esa voz singular (E inconfundible) de Tyler, se empalma con otra pieza muy rockera “F.I.N.E.”. La formula hard rockera funciona de maravillas, primera parte, coros, primera parte, coros, solo. Contundente. Acaso la diferencia esté en que lo que interpretan los ñatos en cada tema es único y con mucho groove/feeling, yo me inclino a que la suma de los cinco, más las composiciones gancheras/rockeras da el coctel que hace de Aerosmith una banda esencial en el rock.

“Love In An Elevator” en su arranque parece más un tema de Def Leppard (por los primeros coros), fue el primer single del álbum y sigue los lineamientos de los dos primeros temas. Se me hace dificil detallar cosas específicas en este álbum ya que el total supera a lo individual y “Pump” brilla más por el todo y no por las partes. Es un disco que no dan ganas de ponerle stop ni siquiera para ir a otro lugar, tiene un ingrediente altamente adictivo, pasan los temas y uno pide más.

Uno de los puntos más altos del álbum es el tema “Janie’s Got A Gun” (Con una letra muy interesante), le siguen “The Other Side”, “My Girl” y “Don’t Get Mad (Get Even)” (más rock ganchero para variar), las violas de Joe Perry y Brad Whitford son un compendio de yeites del género reinterpretados por dos músicos llenos de inspiración y frescura, y la base compuesta por Hamilton/Kramer se destaca en la mezcla brillando por su solidez, contundencia y efectividad.

El tema más diferente de los 10 es “Voodoo Medicine Man” por el groove logrado y el tratamiento de los coros. Una bella ballada titulada “What It Takes” cierra el disco. La garganta de Tyler brilla con tanta interpretatividad y feeling. Luego de este disco, mucha gente los descubrió (tal fue mi caso), pero las FM abusaron de posteriores baladas, mismo MTV con los videos de la banda (De ahí salieron Liv Tyler, hija del cantante y la bellísima Alicia Silverstone), llegando a saturar con la difusión.

Nada importó, cuando una banda es realmente buena y clásica, estas cosas quedan en segundo plano. Aerosmith llegó a la perfección con “Pump”. Ah, y la producción de Ted Templeman es colosal.

Calificación: 10/10

JUDAS PRIEST "Painkiller" (1990, Heavy Metal)


Recuerdo haber escuchado los avances de este álbum en el programa radial “Heavy Rock And Pop”, allá por 1990. Mi grabador me fulminó con dos temas: El que dá nombre al álbum y “Metal Meltdown”. Los conductores del programa (Alejandro Nagy y El ruso Verea) quedaron anonadados como yo y otros cientos de oyentes que estaban sintonizando la radio. Al mes, un amigo me lo copió de cassette a vinilo. En 1991 fue uno de mis primeros CDs adquiridos gracias al tímido surgimiento de disquerías vendedoras de Compactos en aquella época... y gracias a que en ese año ¡¡¡¡Conseguí trabajo!!!. “Painkiller” es el mejor disco de la historia de heavy metal, a mi entender. Una institución como Judas Priest, con discos imprescindibles bajo el brazo como “Hell Bent For Leather”, “British Steel”, “Screaming For Vengeance” y “ Defenders Of The Faith”.

Todo un emblema del metal británico junto a Iron Maiden y Saxon, que venía decaído luego de álbumes aceptables/pasables como “Turbo” y “Ram It Down”. Nadie daba mucho por el nuevo material... y eso ayudo a que la descarga fuera aún más letal. “Painkiller” debe escucharse de una oída. Sigue sonando fresco y vigente al día de la fecha, provoca los mismos efectos devastadores observados luego de su edición. Es un torrente de heavy metal al 100%. Ya en el arte de tapa se presagia un apocalípsis, con sentencia incluída en la contatapa. En este pico alto de rendimiento, mucho tuvo que ver el ingreso de Scott Travis en la batería, y el gran Rob Halford cantando al límite de su garganta y posibilidades. Glen Tipton y K. K. Downing redondearon diez composiciones perfectas, y el coctel fue mortal por donde se lo viera.

Nos tomó a todos desprevenidos... “Painkiller” (el tema) te vuela los tímpanos de entrada con los mazazos de Scott Travis en los primeros 15 segundos. La dupla de guitarras Tipton/Downing escupe solos infernales, y Halford se saca los huevos por la garganta para cantar más agudo de lo que ya hacía. El tema es rápido y furioso, provoca el efecto que surte una trompada en la cara. “ Hell Patrol” es a medio tiempo, con riffs memorables y grandes coros. “All Guns Blazing”, “Leather rebel” y “Metal Meltdown” no decaen en demoler cerebros, mostrando más ferocidad en las performances de los músicos, siguen los falsetes apocalípticos de Rob, Travis ya es una máquina inhumana de taladrar parches.

“Night Rider” tiene algo del Judas más viejo, posee un gran bridge, el tema es semi-acelerado con algunas alteraciones de tempo. “Between The Hammer And The Anvil” y “A Touch Of Evil” se mantienen en esos parámetros, uno siente que no quiere dejar de escuchar el CD ni siquiera para ir al baño. Todos los temas destilan mucha pesadez y tienen un singular gancho, acaso con un ingrediente de adicción inexplicable. La producción de Chris Tsangárides hace que todos los instrumentos se aprecien y lastimen a la vez, hasta el bajo de Ian Hill está poseído por la vorágine interpretativa y se dá a conocer. Esta obra de arte, es cerrada con un himno épico titulado “One Shot At Glory”.

No hay mucho más para destacar. Si no escuchaste “Painkiller”, dificilmente entiendas que es el metal. Sin vueltas. Y si no sabías que era Judas Priest, tenés que empezar con este disco... sumamente esencial... e imprescindible.

Calificación: 10/10

viernes, 7 de septiembre de 2007

ONSLAUGHT "The Force" (1986, Thrash Metal)


Tras el bombazo inicial que significó “Power From Hell” la banda sufrió algunos “enroques” curiosos de integrantes: Paul “Mo” Mahoney de cantar en el debut pasó a tocar el bajo, lo mismo el bajista Jason Stallard que pasaría a tocar la segunda guitarra en este y agregarían un nuevo vocalista para pasar de cuarteto a quinteto.

Al año un segundo disco vería la luz... que es otro bombazo más en tu cráneo. “The Force” es thrash metal totalmente al mango, furioso, veloz, irritante, lleno de secciones con machaques aguerridos y medios tiempos alternados de intensa velocidad sin perder de vista ese sonido “volcánico” que marcaba a fuego su primer disco.

Sy Keeler es el nuevo vocalista, tira tanto agudos como voces bien thrashers superando en todo a su antecesor. Al adicionar un violero más Onslaught se asegura un sonido más macizo y contundente. Los riffs están más al frente, caso de “Metal Forces” que le guiña al metal tradicional con su riff principal.

“The Force” recuerda en ciertos pasajes al clásico “Bonded By Blood” (Exodus) pero más controlado gracias a las muy buenas violas de Nige Rockett y Jason Stallard que no paran de riffear primogénitamente pero con un machaque preciso y crudo.

“Fight With The Beast” y el aplastante “Flame Of The Antichrist” acusan algo del Slayer más viejo y no perdonan con su intensidad. Siguen sangrando los tímpanos con los dos últimos temas, “Contract In Blood” (Con violazos maravillosamente sucios y filosos) y uno que con su título resume todo “Thrash Till The Death”.

En resumidas cuentas, “The Force” retiene toda la brutalidad de “Power From Hell” dandole más forma con riffs más trabados, medios tiempos alternados de velocidad pura y mucha pero mucha “fuerza”.

Calificación: 8.5/10

jueves, 6 de septiembre de 2007

MORBID ANGEL "Altars Of Madness" (1989, Death Metal)


Luego de haber escuchado su segundo disco (“Blessed Are The Sick”) retrocedí un casillero y me grabaron en cassette este gran debut. Morbid Angel es para mí una de las bandas más importantes del death metal, a saber: por trayectoria, brutalidad basada en una composición que se nutre de riffs disonantes y climas muy oscuros en cada tema.

Durante los ochentas inundaron el underground con demos y hasta hubo un álbum grabado que no se lanzó en ese momento (“Abominations Of Desolation” el cual luego sí fue editado). Earache ofrece al grupo un contrato de grabación dando por terminada la etapa en la que Morbid Angel era considerada “la banda más promisoria del underground que no tenía sello discográfico” (Junto a Immolation).

“Altars Of Madness” es un debut aplastante, viscoso, muy “Lovecraftiano”, con momentos muy logrados a nivel composición. Lograron plasmar todo lo que venían exhibiendo en los mencionados demos con el añadido de teclados que se cuelan en ciertos temas confiriéndoles más oscuridad y densidad a la que de por sí tienen, como es el caso del primer tema “Inmortal Rites” y en el tremendo “Chapel Of Ghouls” con una sección que va de 01:52 a 02:23 logrando un pasaje increíblemente majestuoso y tenebroso que se repite en el solo de Trey de 02:44 a 03:23 en donde desintegra a su guitarra con todo tipo de sonidos.

Si bien uno de los fuertes de la banda es la velocidad, aquí es administrada y controlada: numerosos cortes se alternan frente a secciones de puros blast beats como en “Maze Of Torment”. Pete Sandoval (quién tocaba antes en Terrorizer junto al bajista David Vincent) muestra que es un baterista con numerables recursos sin limitarse a tocar rápido exclusivamente sacándole muy buenos golpes a su doble bombo.

No se puede dejar de mencionar al guitarrista Trey Azaghtoth, quién no solo vomita riffs volcánicos tema tras tema sino que ataca con solos técnicamente buenos y efectos que resaltan la disonancia, como se puede apreciar en el más directo y brutal “Bleed For The Devil”. El bajista y vocalista David Vincent tiene una voz que va acorde a las pretensiones que Morbid Angel tiene, suena increíblemente macabro. Más violencia, velocidad y death metal furioso se suceden con “Blasphemy” (De lo mejor del CD), y el cierre con “Evil Spells”.

La ejecución es sumamente brutal pero conservando la técnica (En especial los casos de Azagthoth y Sandoval), por momentos dan la impresión que sacan de las tripas cada riff, cada golpe o cada rugido en la caso de David Vincent.

Uno de los discos más emblemáticos del género y un gran debut de una banda pilar en lo suyo.

Calificación: 8/10

PD: Salió remaster con un DVD Bonus de un show en Inglaterra. 100% asesino. La banda estaba afiladísima en vivo para la gira de este disco.