sábado, 3 de marzo de 2007

NASTY SAVAGE “ Penetration Point” (1989, Thrash Metal)


La primera vez que escuché a estos tipos fue en 1990 en la ex disquería Excalibur. Ellos luego se encargaron de grabarme el CD a casette, ya que todavía no tenía equipo minicomponente. Ni hablar del valor de esos CDs, aproximadamente 300 pesos de ahora o más. Aún usaba un grabador con casette y así escuchaba la música. Me manejaban en base a casettes nacionales comprados o grabados de vinilo de Excalibur o algún amigo que tuviera un disco.

Recuerdo que “Penetration Point” fue uno de los primeros CDs que Excalibur trajo. En Argentina ya se traían menos vinilos dado que el CD se abría camino rápidamente como nuevo soporte de música y formato de la misma en los entrantes noventa. Y las diferencias de calidad en grabación a cassete eran impresionantes (Más potencia y nitidez, pero un sonido menos “orgánico” que el vinilo y sin la molesta fritura de fondo en ciertos casos). Ni hablar a nivel sonido, aunque haya controversias con los fans del vinilo.

Años después, siendo ya coleccionista de CD’s me fue imposible comprarlo dado a que estaba descatalogado y lo había editado un sello muy chico. No existía Internet ni Ebay: tenías que decirle al disquero especializado que usara sus conexiones para que hallara uno. En algunos casos tenías éxito pero en la mayoría no. Busqué, pateé, recorrí todas las disquerías especializadas de Capital y me rendí.

Pero en 1998 (Año en donde ya había algo más de Internet, aunque no llegaba a ser el 5% de lo que es ahora) lo pedí por correo común a un sello en USA que anunció su reedición en su página web, el sello Rotten Records (Propiedad de algunos de los músicos de D.R.I.). Ni mail orders había.

Ellos te ponían su dirección con código postal y tenías que mandarles el dinero bien camuflado en una carta certificada (Esto por ser norteamericano, a los europeos les pasaba lo mismo). Esta metodología se usó mucho en esas épocas, yo fue la única vez que tuve problemas.

He hecho tapetrading con Chilenos, Brasileños y Norteamericanos, nunca el correo argentino me afanó. Quiero pensar fue que sello quién me cagó, pese a que el dueño del sello por mail me contestó que recibió mi dinero y el CD fue mandado. Al final pude comprarlo en Jackflash allá por 1999, cuando su dueño encargó uno.

Hasta aquí la historia personal tras el tesoro encontrado, ahora la música. Nasty Savage fue una banda de thrash metal oriunda de Florida, de culto absoluto. Si ven fotos viejas de los miembros de Death, Sepultura, Sadus y otras bandas extremas de los 80s verán que muchos llevaban remeras con el logo de estos tipos.

Habían sacado un disco muy bueno (“Indulgence”), pero para esta ocasión fueron a los Morrisound Studios y bajo la producción de Tom Morris grabaron este descomunal CD, que es una picana en el oído interno.

¿Por qué “descomunal”?. Los tipos se soltaron y evolucionaron en todos los aspectos posibles concretando todo lo que insinuaban, mejorando 100% su sonido. Musicalmente las composiciones están llenas de tecnicismos, quiebres, guitarras zumbadoras, y batería demoledora.

Todo pero absolutamente todo suena más nitido y más agresivo que nunca.

“Penetration Point” es una catarata de riffs sumamente retorcidos y disonantes que terminan teniendo sentido musical absoluto aunque no parezca así. Como se imaginarán no es en absoluto es un disco que entre a primera oída: al menos requiere de 3 audiciones para familiarizarse con las estructuras básicas de los temas.

“Welcome Wagon” abre la placa y es una bomba nuclear, en la letra hay una parte recuerdan una gira hecha por Brasil (Sao Paulo y Rio de Janeiro fueron las ciudades afortunadas). Y el bridge del tema es rayando a la paranoia musical, se alternan cortes con aceleres, duelos de las violas, todo un festín.

La estrella del disco es el baterista Curtis Beeson, incansable golpe tras golpe al snare (Lo desintegra sin taladrar), seguido por lo hecho en las violas de Ben Meyer y David Austin, que tiran todo tipo de riffs taladrantes y esquizoides, a veces hacen gemelas aún más paranoicas, ni hablar de sus solos: van derecho al centro del SNC.

El vocalista Nasty Ronnie alterna una voz thrasher con ciertos falsetes en algunos coros. “Irrational” y “Ritual Submission” siguen la vorágine de thrash técnico pero muy agresivo. Están llenos de abruptos cortes de tiempo, breaks, lo cual le dá más calidad al disco. Fans de lo accesible y facilmente audible: huyan despavoridos.

Los mejores momentos (Diría memorables) están de mitad de placa para adelante. El tema título es excelente, lleno de contramarchas y polenta, sus riffs recuerdan en algo a lo que Atheist grabaría ese año con “Piece Of Time” (Coincidentemente las dos bandas son de la misma zona y cotemporáneas).

Las tres estocadas de “Penetration Point” son el hiperintrincado “Puzzled” (En donde hay una descomunal cátedra de machaque de batería a cargo de Curtis Beeson de 03:05 a 03:20), el impresionante instrumental “Horizertical” (Que es meter los dedos en el enchufe) con sus riffs sumamente enmarañados y pegajosos como sanguijuelas lastimosas, y el tiro de gracia final con “Family Circus” cuya intro es muy cómica y su letra es una fina ironía a la vida familiar (A continuación una muestra)

El perro se escapó nuevamente...
Y aún está OK...
El gató saltó a la mesa...
Y empezó a comerse tu cena...
Pequeñas hermanas embarazadas...
El hermano las metió en cana...
Mamá le grita y gime a sus chicos...
Y papá le grita y gime a ella...
Una vacación es esta...
Un día de culpa y gracia...
La abuela te sigue contando...
Como estuvo en su dia...

Circo familiar...
Discutiendo todos los días...
Circo familiar...
No es otra onda emocional...
Circo familiar...
Sigue andando en círculos...
Circo familiar...
Aún cuando seas viejo y gris...

Este disco no hubiera sonado así sin la magistral producción de Tom Morris. Al día de hoy sigue sonando fresca, nítida y agresiva. Disco ideal para mantener activos los nervios...

Calificación: 10/10

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