viernes, 29 de junio de 2007

METALLICA “Metallica” (1991, Thrash Metal)


El tan famoso “álbum negro”, aquí en Rage Reviews. Decidí incluirlo luego de meditarlo un tiempo. Lo escuché en su momento y ví a la banda en vivo cuando lo presentó en 1993 en el Estadio de Velez, el cual fue un GRAN show de casi tres horas. Pese a todo lo que se habló en esa época “Metallica” es un muy buen disco que cierra una etapa para la agrupación... para no abrirla nunca más.

El sonido es espectacular y muy nítido, el principal responsable de que este álbum sea mas “accesible” al oído no habituado al thrash metal es James Hetfield por el enfoque vocal con que encara cada tema. Por primera vez canta y lo hace muy bien, en los discos viejos gritaba enojado y sacado. Eso más un thrash dotado de machaques con gancho y estribillos pegadizos como en “Enter Sandman” y “Sad But True” lograron que mucha gente a la cual le resultaba muy densa la propuesta de Metallica se acercara y elogiara este CD.

Las baladas “The Unforgiven” y “Notting Else Matters” hicieron que el grupo definitivamente se instalara en las FM, pero otros momentos no eran así como en el vertiginoso “Through The Never”, o bien los machaques de “Hollier Than A Thou” y la velocidad de “The Struggle Within”, temas que mostraban un balance entre densidad y sonido más “cristalino”.

“No se repitieron musicalmente” e “innovaron muchísimo”. Pero producto de ello mucha oscuridad y acelere quedó completamente fuera del disco. Sólo es cuestión de escuchar “Kill ‘Em All”, “Ride The Lightning” o “Master Of Puppets” (e inclusive “... And Justice For All” y compararlos con este “Metallica” que tan fuerte pegó.

Calificación: 7.5/10

MEGADETH “So Far, So Good... So What!” (1988, Thrash Metal)


A los 16 años de edad y al momento de su lanzamiento nacional (Que recuerdo fue casi en simultáneo al internacional), me compré este cassette que lanzó EMI. En aquella época la revista Metal hablaba mucho y bien de ellos (Junto a Metallica, a diferencia que esta última banda no tenía ningún álbum editado en Argentina y Megadeth sí).

Tan lejano, tan bueno... Y Qué!!. Un gran título para el que a mí criterio fue el MEJOR disco de Megadeth (Con mayúsculas). Luego del bombazo que significó “Peace Sells...” el mundo metálico tomó debida nota y sabía que la banda se iba en ascenso para aproximarse al mismo grado de popularidad de Hetfield y cía (De no mediar problemas serios).

No todo era un lecho de rosas: en aquel momento el uso masivo de drogas duras por parte de los miembros de la banda minó las relaciones internas de un line-up que se mantuvo intacto en los dos primeros lanzamientos. Se fueron Chris Poland y Gar Samuelson e ingresaron dos chicos jóvenes y desconocidos (Jeff Young en la guitarra y Chuck Beehler en batería).

¿Ustedes sabían que este disco fue casi platino antes de ser lanzado?. En Estados Unidos hubo más de 700.000 pedidos por adelantado, lo cual apresuró a la edición europea del disco dado que muchos fans del viejo continente no podían contener la paciencia.

Musicalmente, la banda suena menos “retorcida” que en el disco anterior pero muy irritada, cruda, manteniendo esos riffs trabados que los caracterizaron durante sus primeros años mechándolos con momentos más melódicos. En en sólo diez segundos un tema pasa de la rabia al epicismo, del machaque frondoso a la inspiración celestial en los sólos (Jeff Young le dio más melodía y técnica a los mismos).

Abre el disco un instrumental a toda potencia y riff (“Into The Lungs Of Hell”). El resto va desde los covers (“Anarchy In the U.K.” de los Pistols, innecesario a mi entender pero bien tocado), hasta momentos de muchos riffs, coros enojados y numerosos cortes de ritmo (“Liar”, “Hook In Mouth” y “Mary Jane”, las tres descomunales).

Pero la cereza del postre es el descomunal tema (A mi entender el mejor de su carrera) que Mustaine le dedica a su ex compañero de Metallica y recientemente fallecido en aquellos años Cliff Burton: “In My Darkest Hour” empieza con una solemnidad que conmueve, logrando un momento sencillamente único en cuanto a ejecuciones terminando en un thrash furioso y a los palos.

A ciertos fans este disco no le gustó, tal vez porque la producción no era tan buena como la de “Peace Sells...” (Estuvo a cargo de Mustaine junto a Paul Lani), porque otras razones no encuentro. Acá todo brilla, desde los sentimientos más irritantes hasta los pasajes instrumentales más elaborados.

Lamentablemente los problemas de drogas seguían persiguiendo a Mustaine y Ellefson, a los pocos meses de gira (Que incluyeron una participación en la edición 1988 en el festival Castle Donington y una gira teloneando a Dio en USA) Jeff Young era despedido de Megadeth (Lo echó de la banda Mustaine) y a los meses Chuck Beehler dejaba el grupo.

Muchas personas (La mayoría con más de treinta años) sostienen que este disco marcó el final de una etapa en Megadeth. Estoy de acuerdo.

Los discos que siguieron no tuvieron esa irritación mezclada con refinamiento de riffs, velocidad, corte y furia que tanto abunda aquí y en los dos primeros lanzamientos.

Calificación: 10/10

FORBIDDEN "Twisted Into Form" (1990, Thrash Metal)


Este álbum se lo mangueé de cassette importado a un amigo mío pero por cosas de la vida no me lo terminé comprando, hecho del cual me arrepiento hasta estos días, todavía estoy buscando alguna re-edición de las que sacó Relativity a fines de los noventas. Luego de estremecer al mundo thrasher con su disco debut “Forbidden Evil”, la banda giró por Estados Unidos y Europa, entretanto se editó un EP (“Raw Evil Live”) con cuatro temas del grupo en vivo en el Dynamo de Eindhoven.

Y llegó la hora del segundo disco, que es definitivamente MUY bueno. Recuerdo algunas críticas de la época en donde si bien no lo “mataban”, decían que era muy similar a Testament y con menos vértigo/velocidad que el primero.

Alto acá. “Twisted Into Form” está lleno de thrash, machaques, pasajes acústicos de viola, y la voz espectacular de Russ Anderson que potencia a la enésima todo con sus agudos vibrantes, en todos los temas hay un sentimiento “retorcido”, oscuro y trabado que no se advertía en “Forbidden Evil” y llama la atención rápidamente al escucharlo por primera vez. El tema que más ejemplifica esto es “Tossed Away” en donde cortes, riffs y voces crean una atmósfera que se asimila sólo con varias oídas. Otro caso parecido es “Out Of Body (Out Of Mind)”. El instrumental “Spiral Depression”, ya con su título anticipa como suena: opresivo, angustiante y claustrofóbico.

El resto de los temas se suceden sin altibajos. “Infinite” es machacoso al cien por cien y te explota luego de una introducción instrumental (“Parting Of The Ways”) . “Step By Step” es una invitación al pogo de inicio a fin, el tema título con sus riffs trabados y estrangulados te serrucha los tímpanos, y la potencia hecha emoción se hace presente al cierre del disco en “One Foot In Hell”.

Ah, me olvidaba... en “Twisted Into Form” no está más Glen Alvelais, sino Tim Calvert. Forbidden siempre fue una banda en donde otras se fijaron para sacarles los músicos. Preguntenle a Slayer (Bostaph), Testament (Alvelais), Exodus (Bostaph luego de Slayer) y a Nevermore (Calvert).

Coincido con los que decían que hay algo de Testament (Epoca “Souls Of Black”), pero no es un afano a Chucvk Billy y Cía. Yo le encontré cosas del Exodus de “Pleasures Of The Flesh” y “Fabulous Disaster”. La banda sigue siendo muy identificable pero concentrándose en hacer algo más introspectivo y dificil de digerir.

En Excalibur el disquero lo resumió muy bien en ese momento un día que lo puso en la bandeja: “Es un disco que hay que escuchar varias veces para darse cuenta que es muy bueno”. Y lo es.

Calificación: 8/10

AT WAR “Ordered To Kill” (1986, Thrash Metal)




Estos tipos mejor nombre para una banda no se pudieron haber elegido. “En guerra”. En este disco sobra polenta, climas aguerridos, riffs enojados, todo muy en la vena de Motörhead con cruzas de Venom. Incluso hay un muy logrado cover de “The Hammer” como para no dejar dudas de sus influencias. La producción es muy primitiva. La grabación se hizo en pocos días y literalmente “en vivo”. Hay temas que en cuanto se terminan puede escucharse el sonido del batero apoyando los palillos en el redo, lo cual le confiere a la placa una espontaneidad que hoy en día casi ni se percibe en grabaciones actuales en donde todo está retocado y robotizado con efectos. Mismo la versión en CD que tengo de New Renaissance está levantada directamente del vinilo y se puede percibir una leve fritura de fondo. Así se suceden una bomba tras otra: el tema título, “Capitulation”, “Rapechase”, “Eat Lead” todas bien pesadas, intensas y con mucho olor a la banda de Lemmy y la de Cronos en menor medida. Paul Arnold y cía suenan como una aplanadora que se lleva todo a su paso, bien ochentoso, pero con un sonido 100% honesto. Un disco que siempre me partió la cabeza por ser tan intenso y sin rebusques innecesarios. Metal lascerante y bombástico. No hay mucho más por desmenuzar, la tapa siempre me cayó muy simpática aunque muchos acusaron a la banda de ser “Unos Rambos de Cuarta”. Pero en “Ordered To Kill” lo que te asesina es la música.

Calificación: 8/10

miércoles, 13 de junio de 2007

IMMOLATION "Shadows In The Light" (2007, Death Metal)


La banda de Yonkers (Nueva York) nos entrega su séptimo álbum en estudio. Había cierta expectativa ya que su antecesor “Harnessing Ruin” no había conformado a muchos fans pese a ser un muy buen disco pero con un nuevo baterista reemplazante del talentoso Alex Hernández (Steve Shallaty).

Luego de muchas oídas estoy en condiciones de decir que este es el mejor CD de ellos desde que lanzaron “Close To A World Below” (Su punto más alto e insuperable a mi criterio, junto a “Failures For Gods”). ¿Qué cosas hay en este nuevo laburo?. El death metal de siempre está presente: muy oscuro, malvado, intrincado y brutal,con el añadido de algunos temas con riffs de cierto “gancho” (Caso de “Passion Kill” con riff digno de Black Sabbath y “The Weight Of Devotion”).

En “Shadows In The Light” hay algo inusual: los discos de esta banda eran difíciles de agarrar de entrada por sus riffs disonantes y rítmos trabados entre otras cosas, aquí no sucede eso y los temas siguen siendo intrincados y brutalmente pesados. “World Agony” ( en donde se habla de cómo los humanos estamos haciendo pomada el planeta tierra sin poder revertir todas las cagadas ya hechas en la historia) te queda grabado de entrada y te aplasta a la vez. Esto representa una “innovación” en Immolation ya que es un grupo que tiene un estilo musical muy bien definido: sonido bien grave, velocidad desenfrenada mechada de pasajes más lentos con aires “doomescos”, climas caóticos/negros, y repetición sistémica de riffs graves “en capas” para provocar un clima de claustrofobia/angustia. Y siempre se movieron dentro de ese rango.

Desde ya esta Bob Vigna que escupe un riffs disonantes y solos filosos (Más elaborados con algo menos de caos), en “Tarnished” toda la banda te tira el acoplado encima. Ni hablar de secciones demoledoras que se traban de improviso para luego estrolarte contra la pared, presentes estratégicamente en ciertas partes del CD (Como en el tema título). En eso siguen asesinando y superando a muchos colegas en el género.

La segunda parte del CD posee las partes más veloces y asesinas (Descontrol absoluto en “Lying With Demons”, el excelente “Deliverer of Evil” y “Breathing The Dark”). El resto de los temas se mantiene dentro de lo que siempre fue Immolation, salvo “Whispering Death” que cierra el disco con las violas bien épicas y a tope junto la base... tema controversial y espinoso aquí. Ya había hecho mención del nuevo batero (Que fue debidamente defenestrado en el foro oficial de la banda y hasta tuvo que salir a defenderse en el mismo ante tantas críticas). Acá se lo ve más suelto comparado a su debut, reconozco que debe ser muy jodido reemplazar a un tipo con la pegada, velocidad y despliegue de Alex Hernández pero el principal déficit de “Shadows In The Light” sigue siendo cierta falta de polenta en la batería, y esto se advierte justamente desde “Harnessing Ruin”, el disco anterior. No es la bata de antes y se nota demasiado.

Hay un uso del “double bass” (Que no suena “gordo” sino acelerado y falto de cuerpo) más de lo necesario, y en la mezcla final los toms, platillos y demás elementos aparecen un tanto por debajo del doble bombo, si bien Steve no es un mal batero está bastante eclipsado por quién se sentó antes en la banqueta. Se empecina por repiquetear con el double bass en vez de explorar más golpes de otro tipo. Todo esto se puede advertir muy facilmente en los DVDs “Bringing Down The World” (En este toca en ciertos shows norteamericanos reemplazando a Hernández, pero en los shows Europeos es Alex quién todavía toca) y el bonus DVD de “Hope And Horror” (Show en Nueva York presentando “Harnessing Ruin”).

Paul Orofino hizo un correcto trabajo y nada más en la producción (La batería está levemente en déficit pero el resto suena espectacular), y se advierte una directiva de sonar “más directos y crudos” por parte de la banda, cosa que no ocurría en discos como “Close To A World Below” de producción nítida pero maciza.

Pero Immolation jamás defrauda. “Shadows In The Light” es un garrote directo al cráneo con más dósis de gancho y riffs un tanto más “entradores” sin dejar esa veta oscura/doom que tanto los caracteriza en sus violas. Siguen manteniéndose en buena forma y este CD se sube al tercer puesto del podio tras “Failures For Gods” y el inigualable “Close To A World Below”. La edición de Listenable en Jewel Case es espectacular, con la tapa en relieve y un diseño muy sobrio.

Calificación: 8/10