sábado, 31 de mayo de 2008

ATHEIST “Unquestionable Presence” (1991, Death Metal)


Antes de hablar sobre este disco hay que recalcar ciertos sucesos que afectaron a la banda. El grupo ya estaba registrando temas nuevos en los Morrisound Studios pero tras regresar de una serie de shows junto a Candlemass toman una van para volver a la Florida. Desgraciadamente sufren un accidente automovilístico importante en el cual fallece un integrante que le aportaba mucho a la banda: el bajista Roger Patterson.

La banda sufre un serio revés anímico (Patterson no murió en el acto, tuvo una agonía bastante fea y Schaffer mismo sufrió heridas), pero pese a todo le dan para adelante y siguen con Atheist. Tony Choy (De Cynic en aquel entonces) les da una mano para grabar el bajo y nuevamente con Scott Burns en la producción logran un muy buen trabajo lleno de extravagancia amalgamada con furia y estructuras inusuales/osadas en los temas.

Atheist arriesgó y se nota en cada interpretación contenida en este “Unquestionable Presence”. Así se suceden temas llenos de trabazones, riffs filosos, tempos que varían constantemente. Un disco totalmente no convencional (Ni sueñen con asimilarlo a primera audición), dificil de digerir para el oyente acostumbrado a estructuras sencillas en lo que a composiciones concierne. Basta escuchar el tema título, y poder apreciar la riqueza de texturas en las instrumentaciones. La adrenalina mezclada con toda esta riqueza de arreglos y ejecuciones explota en “The Formative Years” (mi favorito, con un arsenal de variantes jazzeras y un buen gusto envidiable).

La voz de Kelly Schaffer tiene una particularidad: es agresiva pero frasea de una forma que no resultará chocante para ciertos oyentes que no se bancan a cantantes “no convencionales”. Choy no será Patterson pero tiene momentos muy inspirados como en “Mother Man” (Que abre el CD)

Como es habitual el nivel de las ejecuciones es de muy bueno para arriba (El baterista es un jazzero tocando death metal), Choy cumple sin llegar al “vuelo” que tenía Patterson, y el tándem Schaffer/Burkey se lucen en el tema título con riffs ciclópeos y sólos que parecen ráfagas.

La intro de “Retribution” recuerda más a los momentos más zarpados de su debut, la base tiene su momento en donde se luce en una suerte de zapada jazzera (De 02:45 al fin del tema). “Enthralled In Essence” abunda en cortes y cambios de rítmo, muchos de ellos en momentos impredecibles.

Atheist desarrolla una idea, la retuerce cargándola de arreglos intrincados, rebobina, se traba la base para adoptar la rítmica que menos pensás. Escuchar para creer. Impredecibles por completo, ni hablar en su momento. Si bien el primer disco para mí es inigualable negar que este trabajo es de altísima calidad es pecar de necio. Acaso una banda demasiado adelantada y atrevida a comparación de sus colegas, lo cual hizo que la audiencia no supiera – o no quisiera – asimilarlos.

Su presencia fue incuestionable en el género. Lástima que muy pocos se dieron cuenta.

Calificación: 8/10

VIOLATOR - Chemical Assault (2006, Thrash Metal)


¡Que grata sorpresa estos pibes!. Ya no es novedad que muchas bandas jóvenes en edad se vuelcan hacia el thrash metal más añejo, crudo y directo en lugar de optar por sonidos más modernos y redituables. En Estados Unidos tenemos - por citar un par - a Merciless Death y Avenger Of Blood. Y tras ellos muchas más de lo que uno cree en todo el mundo....

Violator proviene de Brasilia (Capital de Brasil y ciudad no tradicional en música de ese país como So Paulo o Porto Alegre). Luego de un split con los paulistas thrashers de By War (Ya hablé de ellos anteriormente), se animan a editar este destacado debut. ¿Qué puedo decir?. ¡Este disco es una masa total!. Thrash por donde se lo mire: machaques, voces asperas, cortes rítmicos secos, coros gritados, climas enojados... pero a Violator le sale muy pero muy bien.

Escuchar “United For Thrash” y su final ultrafurioso, “Destined To Die” (Tremendo riff de arranque y acaso el tema en donde logran su pico más alto) y los aniquiladores “Ordered To Thrash” o “Toxik Death” con virulencias y trabazones excelentemente colocadas en los temas. Y las ganas de hacer un buen pogo te arrecian escuchando “Addicted To Mosh” (Mejor título imposible).

A mi entender suenan bastante a Razor mezclado con cosas de la Bay Area y mucha crudeza encima y entusiasmo envidiable. Mucho empuje en las guitarras, sin lugar a dudas, y el respaldo de una base rítmica que no da respiro con los azotes y los cambios de rítmo.

Los temas son todos una bofetada en la jeta (Sin parar) y escuchando el CD querés una segunda vuelta lo más rápido posible. El único punto flojo son las líricas, se centran en el thrash (Ver títulos), la unión en el estilo, los circle pits, el mosh, etc.... demuestran cerrarse en un tema limitado y lleno de “clissés”, en vez de optar por poner letras más violentas o sanguinarias, u otra temática más potable.

Igual esto no empaña la ráfaga demoledora de thrash metal sin concesiones que estos brasucas han logrado. Si te gusta el thrash en serio, esto te va a tomar por asalto sin necesidad de recurrir a quimicos para volarte la cabeza.

¡Como vienen los pibes con el thrash!. Fueron a la vieja escuela y aprendieron más que bien las lecciones.

Calificación: 8.5 /10

domingo, 18 de mayo de 2008

DEICIDE "Till Death Do Us Part" (2008, Death Metal)


Luego del excelente “The Stench Of Redemption”, la expectativa por la salida de este CD era superior a la de sus anteriores trabajos. Ralph Santolla con su guitarra y ajustes compositivos inesperados sorprendieron a fans y demás ya que nadie esperaba algo así. “Till Death Do Us Part” es el CD más pesado, oscuro y fantasmagórico que Deicide engendró en toda su carrera. Instrumentalmente están aún más precisos y afilados que en el trabajo anterior: las ejecuciones de los músicos son espectaculares. Se destaca el tándem de violas Owen-Santolla, ya para esta ocasión consolidado haciendo las veces de ariete de ataque sin dar tregua.

“The Beginning Of The End” es una tenebrosa intro a media marcha con crescendos enfermizos que desemboca en el tema título, el cual se bandea entre los palazos de Asheim y los tiempos más contenidos. El batero (Como de costumbre) se luce y es el músico en donde se recuesta toda la propuesta de la banda aunque en esta ocasión las guitarras le hacen un poco de contrapeso gracias a su excelente y aplastante desempeño. Y se da el lujo participar tocando violas con los otros dos guitarristas en seis temas ("Severed Ties", “Horror In The Halls Of Stone” y "Age Of Agony" y en la intro y final del disco), lo cual pinta que es un músico completo. “In The Eyes Of God” posee un blast beat que en 0:10 se descontrola para luego ser ralentizado sin aviso alguno y muta a un arsenal de doble bombos. Glen Benton vocalmente está más grave que nunca y sigue usando efectos de “doblaje” para utilizar su voz más chillona.

El clima denso, asfixiante y pesado se mantiene absolutamente en el resto de los temas pero con más variedad y matices, sin recurrir a patrones compositivos simplificados y efectivos que utilizaban en el pasado. Es evidente que “Deicide versión 2008” está a años luz del cuarteto estable que grabó ocho álbumes de estudio con los históricos hermanos/guitarristas Eric y Brian Hoffmann. Aquí se evidencia una gran madurez compositiva e interpretativa en su death metal. Benton y Asheim han encontrado sin duda alguna a sus socios más compatibles. Los temas son una bomba tras otra llenas de furia, enojo y riffs bien graves, la descarga no para ni un puto segundo de los cuarenta y dos que dura la placa.

“Not as Long as We Both Shall Live” despliega toda la artillería más quiebres rítmicos (En 01:22 se acelera sin pedir permiso), las voces de Benton parecen varias a la vez, atacan por doquier secundadas por violas atronadoras que se tornan tremendamente densas en ciertos pasajes. “Horror in the Halls of Stone” amaga arrancar lento para terminar en una carnicería sónica. En “Severed Ties” despachan machaques en plan “Legion” (1992), y acaso el tema sea una versión Lovecraftiana de “Dead But Dreaming”y el más emparentado con “Serpents Of The Light” (1998) dice presente en “Angel Of Agony”.

Otro gran mérito de este trabajo es el necesidad de “cambio de aire” (Detesto el término “repetición”) que se percibe en varios frentes, por ejemplo, a la hora de “titular” los temas. Se acabaron títulos infantiles e “insultantes” como “Kill The Christian”, “Bastard Of Christ” “Death To Jesus” y se leen en su lugar cosas como los ya mencionados “Horror in the Halls of Stone” (El cual además contiene el mejor sólo de Santolla en todo el CD: de 04:20 a 04:53) y “Not as Long as We Both Shall Live”.

Se cierra esta placa con un arma de destrucción masiva titulada “End Of The Beggining”, título de la intro pero al vesre, con Asheim junto a los otros tres dejando sus instrumentos al rojo vivo. Deicide mantiene la calidad exhibida en “The Stench Of Redemption” sin sonar exactamente igual a este. “Till Death Do Us Part” es un disco demoledor, da la sensación de que salieron con algo premeditadamente dirigido para devastar el SNC del oyente y optaron por no utilizar algunos “refinamientos” que mostraron en su trabajo anterior para enfatizar la sensación constante de brutalidad. Y eso es Death Metal en su forma más virulenta.


La edición limitada que adquirí incluye una sudadera y el parche de "Glen Benton for president" y un arte de tapa en cartón más refinado y diferente - en rojo y negro - que el original (Ver fotos más arriba).

Asheim Presidente, Santolla Vice, Benton canciller. ¡Deicide lo ha logrado nuevamente!. Uno de los mejores lanzamientos de death metal - sino el mejor - de lo que va en este 2008.

Calificación: 9/10